La emisión a
la atmósfera de compuestos fluorocarbonados es una de las causas
principales de la reducción de la capa de ozono. Durante los años '70 y
'80, la capa de ozono erosionó
ECOticias.
Un equipo internacional, en colaboración del Consejo Superior de
Investigaciones Científicas (CSIC) y la Pontificia Universidad Católica
de Chile (PUC), basada en 1.784 evaluaciones experimentales, ha
analizado la radiación natural y los organismos procedentes de
diferentes áreas geográficas, y ha realizado experimentos con radiación
artificial y organismos cultivados en laboratorio.
“La emisión a la atmósfera de compuestos fluorocarbonados es una de
las causas principales de la reducción de la capa de ozono. Durante los
años '70 y '80, la capa de ozono erosionó y aumentó los niveles de UVB,
afectando a los organismos vivos del mar", afirma Moira Llabrés,
investigadora en el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA) del CSIC.
Sin embargo, para Llabrés, el papel de la radiación UVB (con una
longitud de onda entre 280 y 315 nanómetros) como posible causante del
deterioro global y generalizado de los ecosistemas marinos "no se había
cuantificado hasta el momento”.
Más rayos, menos vida
Los resultados de este estudio, publicado en Global Ecology and Biogeography,
revelan que el aumento de los niveles de radiación UVB ha generado un
incremento importante en las tasas de mortalidad de los organismos
marinos.
"Hemos detectado que corales, crustáceos, larvas y huevos de peces
son los más sensibles. Además, podremos determinar los efectos que
puedan tener los cambios en la radiación UVB incidente en los organismos
marinos”, detalla Susana Agustí, también investigadora del CSIC en el
mismo centro.
Llabrés añade que “los impactos de la radiación varían según la
estación del año y, evidentemente, son mayores en primavera, que es
cuando los niveles de UVB son más elevados”.
Según los experimentos, la radiación UVB podría haber impactado
"fuertemente" en la biota marina. Una evidencia de este impacto es,
según los análisis, que las tasas de mortalidad se reducen hasta un 81%
cuando disminuye la exposición al UVB en larvas de peces comerciales
como el bacalao, la anchoa y otros organismos.
“Un incremento de la radiación UVB de un 15%, resulta en un deterioro
en los organismos, entre taxones marinos, de un 59%” argumenta Llabrés.
Los resultados indican que la biota marina se ha visto fuertemente
afectada por los niveles elevados de radiación UVB desde los años '70,
“especialmente en las latitudes altas del hemisferio sur donde el
incremento de UVB ha sido mayor, lo que sugiere que están actuando
procesos selectivos o de adaptación de los organismos en respuesta a una
radiación UVB elevada” concluye Llabrés.
Disminución de los corales
El estudio señala que la disminución de los corales en los trópicos y
subtrópicos es consistente con el aumento de los niveles de UVB, ya que
los resultados los clasifican entre los organismos más vulnerables a
este tipo de rayos, por lo que “un aumento de la temperatura podría no
ser la única causa de este declive”.
Agustí, apunta que “si continúan llegando elevados niveles de UVB a
la biosfera en las próximas décadas, será necesario entender los
impactos asociados a esos niveles en la biota marina”.
Este trabajo es fruto de la colaboración entre investigadores
españoles y latinoamericanos en el ámbito del cambio global y se enmarca
dentro los objetivos trazados por el Laboratorio Internacional en
Cambio Global (LINCGlobal), promovido por el CSIC y la Pontificia Universidad Católica de Chile.
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