Un reciente
informe técnico elaborado por el Instituto Municipal de Salud Pública
(IMSP) revelaba la incidencia directa de esta especie vegetal acuática
en la proliferación de la mosca negra en la ciudad
ECOticias.
El Ayuntamiento de Zaragoza y la Confederación Hidrográfica del
Ebro (CHE), con la autorización del Instituto Aragonés de Gestión
Ambiental, llevarán a cabo, la próxima semana de forma coordinada, una
prueba piloto para retirar del lecho del río Ebro las algas (macrófitos)
que habitan en el tramo urbano comprendido entre el Puente de Piedra y
la Pasarela del Voluntariado.
Un reciente informe técnico elaborado por el Instituto Municipal
de Salud Pública (IMSP) revelaba la incidencia directa de esta especie
vegetal acuática en la proliferación de la mosca negra en la ciudad,
cuya virulencia ha aumentado este año, lo que ha motivado esta
iniciativa experimental.
Los trabajos comenzarán el martes de la próxima y se prolongarán
aproximadamente durante cuatro días. Para ello, se utilizará una máquina
anfibia especial, preparada para operar en zonas con poco calado como
las que actualmente acumulan mayor densidad de macrófitos, que los
arranca de raíz aunque también probará con su siega.
El tramo de actuación se dividirá en tres zonas, siempre y cuando
el calado no sea inferior a 40 centímetros: Pasarela del Voluntariado
(margen derecha), entorno del CN Helios (margen izquierda) y zona del
Puente de Piedra (margen izquierda).
INTERRUPCIÓN DEL PASO PEATONAL
Por motivos de seguridad, durante la ejecución de los trabajos se
procederá a la interrupción provisional el paso peatonal bajo el Puente
de Piedra y el Balcón de San Lázaro, al tratarse de una zona muy angosta
por la que deberá transitar el vehículo que retirará el material
vegetal extraído.
El informe del IMSP, basado en las muestras recogidas en los
cauces de los ríos Ebro, Gállego y Huerva, descubría la presencia de
mosca negra en el caso de los dos primeros. Por ello, a comienzos de
verano se decidió aplicar un biocida, inocuo para la flora y la fauna
del entorno, en los tramos de estos dos ríos, si bien en el caso del
Ebro, donde los macrófitos representan un hábitat idóneo para la cría de
mosca negra, el resultado se ha visto minorado.
De ahí, la decisión de tratar de erradicar estas plantas del lecho
del río en la medida de lo posible. Se calcula que un ejemplar adulto
de esta especie de insecto puede desplazarse hasta 30 kilómetros.
EJECUCIÓN DE LOS TRABAJOS
En la ejecución de los trabajos tomarán parte un malacólogo,
técnicos del Servicio provincial de Medio Ambiente del Gobierno de
Aragón y del IMSP del Ayuntamiento de Zaragoza para la supervisión y
toma de muestras que se precisen para garantizar tanto la biodiversidad
existente como el estudio y valoración de la intervención.
Se trata de una experiencia piloto que servirá tanto para evaluar
el impacto directo de la presencia de estos macrófitos en la extensión y
reproducción de la mosca negra (la planta sirve de base para la puesta
de larvas de este insecto), así como para estudiar y conocer mejor el
fenómeno de proliferación de plantas acuáticas, también presente en
otros puntos problemáticos de la Cuenca del Ebro.
Con esta acción se complementan los estudios que desde hace años
realiza la CHE en el tramo bajo del Ebro, los programas de control y
seguimiento de macrófitos que se da en Zaragoza y los trabajos de
investigación con expertos que ha llevado a cabo el Organismo de Cuenca.
SEGUIMIENTO E INVESTIGACIÓN
Junto con el problema que conlleva al convertirse en hábitat de
proliferación de la mosca negra, la Confederación Hidrográfica del Ebro
está incrementando sus acciones de seguimiento e investigación del
fenómeno de crecimiento de macrófitos por sus posibles afecciones en la
limitación del lecho del río y el problema que provoca en la medición de
caudales.
En el caso de la capital aragonesa, en este tramo del río Ebro no
se han producido en los últimos dos años crecidas ordinarias que puedan
ayudar con su efecto de arrastre a la disminución de las colonias de
macrófitos, por lo que se ha considerado de mayor necesidad esta
intervención en el cauce.
En otros puntos, como el bajo Ebro, esta ausencia de crecidas
naturales se ha podido suplir con un programa anual de crecidas
artificiales desde los embalse del sistema de Mequinenza-Ribarroja-Flix,
algo imposible en la zona del Ebro en Zaragoza.
OTROS PROBLEMAS Y MOLESTIAS
Además del problema de salud pública, los macrófitos han comenzado
a significar una seria molestia para los remeros y piragüistas que
practican estas especialidades deportivas en el río, además de entrañar
un negativo impacto visual y estético y constituir una barrera natural
en la que se acumulan residuos, maleza y otros elementos de desecho que
arrastra el río, ha informado el Ayuntamiento de Zaragoza.
En este sentido, ha subrayado que la parte más afectada del tramo
urbano es la que va aguas arriba, partiendo desde el Puente de Piedra.
Aguas abajo, desde el Puente hasta el azud, la densidad vegetal es
considerablemente menor, debido a que la lámina de agua que propicia
este impide su formación, por lo que en este tramo, en principio, no se
tiene previsto actuar.
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