martes, 31 de julio de 2012

Segovia: los pinares que lo fueron siempre

La larga controversia sobre el origen natural o artificial del paisaje Tierra de Pinares Segoviana ha finalizado con un estudio reciente que ha corroborado su carácter milenario, lo que supone un gran avance en la gestión territorial de la comarca y la reconstrucción de su paisaje vegetal.


La investigación, llevada a cabo por la Universidad Politécnica de Madrid, en colaboración con la Autónoma, ha demostrado a través del estudio de carbones vegetales, que los pinares han sido dominantes en esta región, situada entre Segovia y Valladolid, durante los últimos 9.000 a 10.000 años, además de la continuidad del pino resinero, en concreto, desde al menos 6.000 años.
El estudio, publicado en la revista científica The Holocene, aporta un mayor valor ecológico a estos pinares, cuyo carácter natural había puesto en duda por muchos expertos, que defendían que originalmente esos bosques podrían haber sido encinares.
"Hay una escuela de pensamiento botánico, especialmente anclada en la zona mediterránea, que defiende que esos pinares son de repoblación, que se emplearon para fijar las dunas, para luego producir madera y resina" explica Cesar Morales, coautor del estudio.
El origen de la controversia 
Expertos de la zona coinciden en que este rechazo al pino resinero tiene su origen en las repoblaciones de postguerra, pero Tierra de Pinares ya constaba con ese nombre en el medioevo, y esta registrada en la primera estadística forestal del siglo XIX, lo que ratifica que no ha habido repoblaciones.
Según Morales, esta discusión ha supuesto un problema para la gestión del territorio, ya que para la conservación de habitats naturales es necesario conocer cual fue la vegetación original, para poder "reestablecer condiciones de la mayor naturalidad posible dentro de los ecosistemas".
Luís Gil, ingeniero de montes, miembro de la Real Académia ha explicado a EFEverde que el estudio corrobora lo que la historia evidenciaba.
"Muestra cómo una opinión ha conseguido imponerse en la sociedad sin tener ninguna base científica, aceptando un criterio social o político como una verdad científica que jamás había sido demostrada" afirma Gil.
Repercusiones económicas y ambientales del descubrimiento
Las fuentes consultadas por EFEverde consideran necesaria una revaloración de la resina, que ha sido el motor de la economía durante décadas en diversas regiones españolas, como Segovia, Guadalajara o Soria, y solicitan más atención al tema por parte de las administraciones.
"Es fundamental que se vuelva a resinar esos pinares, que con subvenciones podrían reportar un beneficio económico de enorme importancia en nuestra situación económica actual", señala Luis Gil a EFEverde, quien critica la "paradoja" de que la resina no reciba subvenciones de fondos comunitarios, a diferencia de otros productos agrarios.
"Si no hay gestión económica el monte se acaba abandonando", añade Gil, quien ha explicado cómo la actividad económica de la zona se ha nutrido durante gran parte de los siglos XIX y XX de la explotación de los pinares, lo que conllevó una industria fuerte hasta que en los años ochenta entraron a España resinas procedentes de China, y supuso el hundimiento económico de esta comarca.
Para el desarrollo de la zona, Guillermo Calonge, profesor de geografía física en la Universidad de Valladolid, y pionero en la organización territorial de la Tierra de Pinares, también considera necesario "reclamar ayudas a Europa para la conservación y el desarrollo sostenible, tanto en explotación de productos forestales, como en turismo ecológico".
Calonge prevé positivas las repercusiones del estudio, tanto en las políticas de protección y conservación de las Administraciones Públicas, como para generar atractivo turístico y didáctico - científico para estudiantes.
Así, los expertos confían en que tras el estudio se respeten más los pinares, sobre todo por parte de grupos ecologistas y urbanistas, ya que, pese a estar demostrado que son tan autóctonos y repoblados como las encinas, "son considerados meras repoblaciones abusivas en detrimento de los encinares", ha señalado Calonge a EFEverde.
La investigación paso a paso
El estudio, que comenzó en 2009, ha analizado durante dos años macrofósiles vegetales extraídos de las canteras de arena sobre las que se asienta este paisaje, compuestas por dunas y mantos eólicos continentales acumulados y movilizados por el viento.
Para identificar a qué arboles pertenecieron realmente estos fragmentos de carbón vegetal, se analizaron los tejidos de la madera (las células que conducen la sabia o las que producen la resina,etc.), y se compararon con materiales de referencia actuales y claves de identificación.
Tras identificar esos materiales con el pino resinero, se ha calculado la edad aproximada de esta especie en laboratorios especializados mediante datación radiocarbónica, para demostrar finalmente que estos pinares tienen además una persistencia milenaria en esa comarca, delimitada por el río Duero al norte y la sierra de Guadarrama al sur. EFEverde

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