La larga controversia sobre el origen natural o artificial del paisaje Tierra de Pinares Segoviana ha finalizado con un estudio reciente que ha corroborado su carácter milenario, lo que supone un gran avance en la gestión territorial de la comarca y la reconstrucción de su paisaje vegetal.
La investigación, llevada a cabo por la Universidad Politécnica de Madrid, en colaboración con la Autónoma,
ha demostrado a través del estudio de carbones vegetales, que los
pinares han sido dominantes en esta región, situada entre Segovia y
Valladolid, durante los últimos 9.000 a 10.000 años, además de la
continuidad del pino resinero, en concreto, desde al menos 6.000 años.
El
estudio, publicado en la revista científica The Holocene, aporta un
mayor valor ecológico a estos pinares, cuyo carácter natural había
puesto en duda por muchos expertos, que defendían que originalmente esos
bosques podrían haber sido encinares.
"Hay una escuela de
pensamiento botánico, especialmente anclada en la zona mediterránea, que
defiende que esos pinares son de repoblación, que se emplearon para
fijar las dunas, para luego producir madera y resina" explica Cesar
Morales, coautor del estudio.
El origen de la controversia
Expertos
de la zona coinciden en que este rechazo al pino resinero tiene su
origen en las repoblaciones de postguerra, pero Tierra de Pinares ya
constaba con ese nombre en el medioevo, y esta registrada en la primera
estadística forestal del siglo XIX, lo que ratifica que no ha habido
repoblaciones.
Según Morales, esta discusión ha supuesto un
problema para la gestión del territorio, ya que para la conservación de
habitats naturales es necesario conocer cual fue la vegetación original,
para poder "reestablecer condiciones de la mayor naturalidad posible
dentro de los ecosistemas".
Luís Gil, ingeniero de montes, miembro
de la Real Académia ha explicado a EFEverde que el estudio corrobora lo
que la historia evidenciaba.
"Muestra cómo una opinión ha
conseguido imponerse en la sociedad sin tener ninguna base científica,
aceptando un criterio social o político como una verdad científica que
jamás había sido demostrada" afirma Gil.
Repercusiones económicas y ambientales del descubrimiento
Las
fuentes consultadas por EFEverde consideran necesaria una revaloración
de la resina, que ha sido el motor de la economía durante décadas en
diversas regiones españolas, como Segovia, Guadalajara o Soria, y
solicitan más atención al tema por parte de las administraciones.
"Es
fundamental que se vuelva a resinar esos pinares, que con subvenciones
podrían reportar un beneficio económico de enorme importancia en nuestra
situación económica actual", señala Luis Gil a EFEverde, quien critica
la "paradoja" de que la resina no reciba subvenciones de fondos
comunitarios, a diferencia de otros productos agrarios.
"Si no hay
gestión económica el monte se acaba abandonando", añade Gil, quien ha
explicado cómo la actividad económica de la zona se ha nutrido durante
gran parte de los siglos XIX y XX de la explotación de los pinares, lo
que conllevó una industria fuerte hasta que en los años ochenta entraron
a España resinas procedentes de China, y supuso el hundimiento
económico de esta comarca.
Para el desarrollo de la zona, Guillermo Calonge, profesor de geografía física en la Universidad de Valladolid, y pionero en la organización territorial de la Tierra de Pinares,
también considera necesario "reclamar ayudas a Europa para la
conservación y el desarrollo sostenible, tanto en explotación de
productos forestales, como en turismo ecológico".
Calonge prevé
positivas las repercusiones del estudio, tanto en las políticas de
protección y conservación de las Administraciones Públicas, como para
generar atractivo turístico y didáctico - científico para estudiantes.
Así,
los expertos confían en que tras el estudio se respeten más los
pinares, sobre todo por parte de grupos ecologistas y urbanistas, ya
que, pese a estar demostrado que son tan autóctonos y repoblados como
las encinas, "son considerados meras repoblaciones abusivas en
detrimento de los encinares", ha señalado Calonge a EFEverde.
La investigación paso a paso
El
estudio, que comenzó en 2009, ha analizado durante dos años
macrofósiles vegetales extraídos de las canteras de arena sobre las que
se asienta este paisaje, compuestas por dunas y mantos eólicos
continentales acumulados y movilizados por el viento.
Para
identificar a qué arboles pertenecieron realmente estos fragmentos de
carbón vegetal, se analizaron los tejidos de la madera (las células que
conducen la sabia o las que producen la resina,etc.), y se compararon
con materiales de referencia actuales y claves de identificación.
Tras
identificar esos materiales con el pino resinero, se ha calculado la
edad aproximada de esta especie en laboratorios especializados mediante
datación radiocarbónica, para demostrar finalmente que estos pinares
tienen además una persistencia milenaria en esa comarca, delimitada por
el río Duero al norte y la sierra de Guadarrama al sur. EFEverde
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