La Fundación EcoCiencia, el Proyecto Páramo Andino y el Herbario de
la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) realizaron el año
pasado (2009) un estudio para determinar cuántas hectáreas de páramos
tiene el país. Se determinó que existen 1 337 119 ha. Esto es el 6% del
territorio nacional.
En cambio, el Ministerio del Ambiente indica que son 1,5 millones de hectáreas; y de ellas 800 000 están en áreas protegidas.
En tanto, la Secretaría Nacional de Agua (Senagua) señala que
hay 1 843 477 hectáreas de páramos que abastecen de agua dulce a 4
millones de habitantes de Riobamba, Quito y otras ciudades. Alrededor
del 40% del territorio de páramo se encuentra en áreas protegidas, el
30% en comunidades y minifundios y el restante 30% en haciendas.
Según Nadia Ochoa, coordinadora del proyecto de la PUCE, aún no
se puede establecer cuántas hectáreas de páramos han desaparecido
porque los estudios se han realizado con varias metodologías y
tecnologías.
El director de la Zona III del Ministerio del Ambiente, Hugo
Paredes, dice que actualmente la entidad realiza una investigación sobre
el tema. Pero indica que a más de los daños por las parcelas para
cultivos, al ecosistema le está afectando el pastoreo de borregos y la
siembra de pino, eucalipto, y otras especies exóticas.
Un proyecto para conservar los páramos se desarrolla en
Tungurahua. Esta iniciativa es impulsada por el Consejo Provincial y
por los movimientos indígenas.
Según Manuel Ainaguano, dirigente del Movimiento Indígena de
Tungurahua (MIT). El plan consiste en emprender, a mediano y largo
plazo, actividades de reforestación y creación de microempresas en las
zonas altas de la provincia como Pasa, Quisapincha, Chibuleo, entre
otras.
Para realizar estas actividades se conformó un Fondo de Manejo
de Páramos. La entidad tiene un presupuesto financiado con aportes de
la Prefectura, Empresa Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de
Ambato y otras instituciones.
En Cotopaxi y Chimborazo también se impulsan iniciativas de
conservación. En la primera provincia están listos los estudios de las
cuencas hidrográficas que hay en esa zona. Estos datos servirán para
realizar proyectos.
En Chimborazo, la Secretaría Nacional del Agua realiza una investigación en los páramos ubicados en Atillo y Ozogoche. También se busca conformar un Fondo de Páramos.
En Chimborazo, la Secretaría Nacional del Agua realiza una investigación en los páramos ubicados en Atillo y Ozogoche. También se busca conformar un Fondo de Páramos.
La fauna del páramo
Los bosques de polylepis, de montanos pluviales, de
altimontanos, de los Andes del norte, que están ubicados a partir de
los 2 600 metros sobre el nivel del mar, también forman parte de los
páramos. En estos habitan animales como venados, pájaros curiquingues y
conejos.
En la década de los noventa, el Ministerio del Ambiente, ex
Inefan, introdujo vicuñas para proteger los páramos del nevado
Chimborazo, una de las reservas de agua más importantes con que cuenta
el país. Con esto se buscó eliminar la población de borregos. Estos
camélidos constituyen una las principales atracciones en el coloso.
La Fundación EcoCiencia, el Proyecto Páramo Andino y el
Herbario de la Pontificia Universidad Católica realizan el monitoreo
y estudios constantes del manejo de los páramos.
Puntos de vista
Luis Reinoso / Ambientalista y Biólogo
‘La protección de los páramos es urgente’
La única esperanza para obtener agua que existe ahora es el
páramo. Los glaciales se están derritiendo, ya no nos sirven. Solo nos
queda realizar un manejo adecuado del páramo para conservarlo, para que
se mantengan las vertientes que alimentan a los ríos y hasta para que
influya en el clima. En los páramos es donde más llueve.
Los gobiernos no pensaron en que los páramos algún día
desaparecerían al igual que el agua que nace allí.Cuando la paja y
todas las especies vegetales de estas zonas interceptan el vapor
caliente, que viene de la Amazonía o del Litoral, condensan el agua.
Esta va al suelo y la mayor parte se infiltra en el subsuelo y sale a través de las vertientes.
Esta va al suelo y la mayor parte se infiltra en el subsuelo y sale a través de las vertientes.
Los gobiernos han hecho una inversión en construir canales de
riego, hidroeléctricas y otras obras de infraestructura, pero no
consideraron que si las vertientes se secan esas obras no funcionan.
En la provincia de Cotopaxi, por ejemplo, se han construido cientos de
canales y ya están secos. Nadie hace nada para conservar los páramos. No
hay ni estudios claros que indiquen cuántas hectáreas se han perdido.
Si se acaban los páramos, luego ese suelo no sirve ni para la
agricultura ni para pastar ganado.
Una de las acciones que se debe hacer es poblar los páramos de
camélidos y retirar a las vacas y borregos. Hay que declarar áreas
protegidas para que la gente no siembre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario