El objetivo de
la investigación es cuantificar el consumo eléctrico por climatización
residencial en una ciudad y conocer lo que se podría ahorrar si se
mejorara la eficiencia de los equipos.
ECOticias.
Científicos de la Unidad Asociada de Ingeniería de Sistemas
Energéticos (CSIC-Universidad Carlos III de Madrid) han desarrollado un
estudio para conocer no sólo la energía que se consume, sino las
emisiones de CO2 que se generan. Uno de los resultados
refleja que la climatización de las viviendas puede alcanzar hasta un
tercio del consumo eléctrico en los momentos del verano que más energía
se requiere en un gran ciudad.
El objetivo de la investigación es cuantificar el consumo eléctrico
por climatización residencial en una ciudad y conocer lo que se podría
ahorrar si se mejorara la eficiencia de los equipos. “En el pico de
consumo eléctrico en Madrid hemos visto que un tercio del mismo puede
ser debido a la climatización”, comenta el profesor de la Universidad
Carlos III de Madrid (UC3M), Amancio Moreno, del departamento de
Ingeniería Térmica y de Fluidos.
“Esto significa que si somos capaces de mejorar la eficiencia de las
máquinas de climatización, o cambiamos la fuente de energía que
consumen, bajaría el pico de demanda eléctrica, lo que representa una
información muy interesante para las compañías eléctricas y el
redimensionamiento de toda la red eléctrica en general”, concluye.
Para realizar el estudio, publicado en la revista Energy,
los investigadores realizaron una simulación del consumo eléctrico de
la Comunidad de Madrid. Para ello, emplearon los datos del Instituto
Nacional de Estadística sobre el número de viviendas y el número de
equipos de climatización y refrigeración instalados en la Comunidad.
Después, a partir del consumo estacional de unas máquinas, extrapolaron
el consumo a toda la población. Este método, resaltan los autores, puede
ser adaptado para su uso en otras regiones.
A nivel estatal puede resultar muy interesante también, según los
autores del estudio, conocer los niveles de dióxido de carbono derivados
del consumo eléctrico proveniente de la climatización. Y es que este
tipo de máquinas de aire acondicionado tienen un gran rango de mejora,
ya que “existe el frío gratuito, mediante aparatos que refrigeran y que
sólo consumen energía solar”, señala el profesor Amancio Moreno.
“Si fuéramos capaces de bajar el consumo de energía eléctrica
mediante esta nueva generación de sistemas de refrigeración, seríamos
capaces de bajar las emisiones de dióxido de carbono, uno de los gases
que producen el efecto invernadero”, señala el experto.
El grupo de investigación de Ingeniería de Sistemas Energéticos de la
UC3M investiga, en este sentido, con bombas de calor y máquinas de
absorción que mejoran la eficiencia de los sistemas de climatización
utilizando energía solar. “Tenemos una bomba de calor que mejora su
eficiencia cuando hay energía solar disponible”, revela el profesor
Moreno. Otra línea en la que trabajan es en la de intentar adaptar el
consumo a la demanda, para que cuando se necesite menos frió la máquina
consuma menos.
“Es algo que no resulta fácil porque habitualmente los aparatos
consumen mucho cuando se salen de su rendimiento óptimo, por lo que hay
que aplicar técnicas de caudal variable”, explica el ingeniero. De
hecho, en Madrid las máquinas de climatización doméstica trabajan al 50
por ciento de media durante el verano.
“Eso nos da una idea de que el equipo que compramos está
sobredimensionado y que solamente va a trabajar bien en determinados
picos de potencia, porque durante el resto de temporada va a funcionar a
carga parcial y a un rendimiento más bajo”, comenta Moreno. “Nuestro
objetivo –resume– es mejorar ese rendimiento a esa carga parcial porque
con ello conseguiríamos también bajar bastante el consumo estacional”.
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