La gobernación
de la región boliviana de Potosí inició la construcción de un criadero
de truchas en la frontera con Chile, su primer proyecto para usar las
aguas del Silala, que son objeto de una controversia con el país vecino,
informó hoy una fuente oficial.
El criadero constará de seis piscinas que se comenzaron a construir
ayer, en un acto al que asistieron parlamentarios, autoridades
regionales y líderes cívicos y sindicales de Potosí, que llegaron en
caravana hasta la zona, carente de comunicaciones, dijo a Efe el
gobernador de esa región, Félix González.
"Vamos a utilizar esas aguas en el marco de nuestro derecho porque las aguas del Silala están en territorio boliviano", sostuvo.
Las obras demandarán una inversión aproximada de 58.600 dólares y su entrega está prevista para enero de 2013.
Con el proyecto, las autoridades pretenden demostrar la soberanía boliviana sobre las aguas de esos manantiales, pero también se busca garantizar la seguridad alimentaria para los habitantes de la zona, que es una de las más deprimidas de Potosí, y también promover el turismo, según González.
Bolivia argumenta que las aguas del Silala son manantiales o vertientes que fluyen artificialmente a Chile, pero ese país sostiene que es un río de curso internacional.
El inicio de las obras ocurre tras una nueva subida de la tensión entre los dos Gobiernos por la demanda boliviana de una restitución del acceso soberano al océano Pacífico que perdió en una guerra librada a fines del siglo XIX contra Chile.
Los planes de Bolivia para usar esas aguas preocuparon al Gobierno chileno, que pidió, a través de su consulado en La Paz, información a las autoridades bolivianas sobre la planta piscícola.
El vicepresidente Álvaro García Linera señaló el viernes que Bolivia no tiene "que darle cuenta a nadie" de lo que decida hacer con las aguas de esa zona y que Chile "no tiene derecho a decir nada" al respecto porque "es un tema de soberanía del Estado boliviano sobre sus recursos naturales".
El canciller chileno, Alfredo Moreno, replicó que el objetivo de solicitar información sobre las obras es "conocer, para estar tranquilos de que esto no va a causar un perjuicio aguas abajo".
González dijo hoy que el proyecto "no va a afectar en mayor grado" e indicó que la reducción temporal del fluido hacia el norte de Chile mientras duren las obras será "mínima".
Para 2013 también están previstos otros dos proyectos que ya tienen diseño: una embotelladora de aguas y una central hidroeléctrica. EFE
"Vamos a utilizar esas aguas en el marco de nuestro derecho porque las aguas del Silala están en territorio boliviano", sostuvo.
Las obras demandarán una inversión aproximada de 58.600 dólares y su entrega está prevista para enero de 2013.
Con el proyecto, las autoridades pretenden demostrar la soberanía boliviana sobre las aguas de esos manantiales, pero también se busca garantizar la seguridad alimentaria para los habitantes de la zona, que es una de las más deprimidas de Potosí, y también promover el turismo, según González.
Bolivia argumenta que las aguas del Silala son manantiales o vertientes que fluyen artificialmente a Chile, pero ese país sostiene que es un río de curso internacional.
El inicio de las obras ocurre tras una nueva subida de la tensión entre los dos Gobiernos por la demanda boliviana de una restitución del acceso soberano al océano Pacífico que perdió en una guerra librada a fines del siglo XIX contra Chile.
Los planes de Bolivia para usar esas aguas preocuparon al Gobierno chileno, que pidió, a través de su consulado en La Paz, información a las autoridades bolivianas sobre la planta piscícola.
El vicepresidente Álvaro García Linera señaló el viernes que Bolivia no tiene "que darle cuenta a nadie" de lo que decida hacer con las aguas de esa zona y que Chile "no tiene derecho a decir nada" al respecto porque "es un tema de soberanía del Estado boliviano sobre sus recursos naturales".
El canciller chileno, Alfredo Moreno, replicó que el objetivo de solicitar información sobre las obras es "conocer, para estar tranquilos de que esto no va a causar un perjuicio aguas abajo".
González dijo hoy que el proyecto "no va a afectar en mayor grado" e indicó que la reducción temporal del fluido hacia el norte de Chile mientras duren las obras será "mínima".
Para 2013 también están previstos otros dos proyectos que ya tienen diseño: una embotelladora de aguas y una central hidroeléctrica. EFE
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