Dardos de amor, cópulas eternas y olores afrodisiacos forman parte de una larga lista de increíbles trucos y juegos sexuales que se dan en la naturaleza animal para engañar, seducir y finalmente atrapar al contrario con el único fin de poderse reproducir.
El fin es efectivamente la reproducción, señala a Efeverde el
investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y
experto en comportamiento animal Patrick Fitze, que repasa algunas
curiosidades del mundo sexual de los animales.
Manjar gastronómico
del campo donde los haya, el caracol es además un curioso ser
hermafrodita, y aunque tiene los dos sexos no puede autofecundarse por
lo que necesita unirse a otro para procrear.
Este molusco
gasterópodo practica el sexo de una forma un tanto original, ya que
lanza una especie de dardo, el "dardo del amor", de naturaleza calcárea y
parecido a la punta de una flecha.
Se trata, explica Fitze, de
lanzar primero el dardo para convertirse en el macho y que al otro no le
quede más remedio que ejercer de hembra y fertilizar los huevos.
En
el reino animal, los hay también que son especialistas en copulas
eternas, las lagartijas pueden llegar a estar unidas a su pareja hasta
cinco horas.
Entre reptiles, detalla el investigador, no se trata
de una eyaculación, es un flujo continuo y cuanto más tiempos se copula
más semen se transmite, lo que les garantiza la fertilización de un
mayor número de huevos y de paso alejar a otros machos rivales.
Según
este zoólogo, existen otras estrategias "más horribles", como son las
de sacar el esperma del que les ha precedido y en esta actividad hay
machos que perforan a la hembra aunque ésta no quiera.
"Es el conflicto sexual. Lo que es óptimo para el macho no lo es para la hembra y viceversa", apunta este especialista.
Más amigables se muestran otros animales con sus paradas nupciales.
Más amigables se muestran otros animales con sus paradas nupciales.
Frente
a frente, es como llevan a cabo su sorprendente parada nupcial los
somormujos lavanco, aves de los humedales europeos que lucen en la época
del cortejo unos moños negros y plumas rojizas en sus cabezas.
Fantástica
su ceremonia del espejo cuando macho y hembra se enfrentan, y el macho
imita los movimientos que va realizando la hembra, hasta lograr una
danza simétrica.
Parece ser que la ovulación de la hembra se estimula con esta danza y
cuando se produce la cópula los espermatozoides llegan al óvulo en el
mejor momento para la fecundación.
También el olfato es un poderoso polo de atracción.
También el olfato es un poderoso polo de atracción.
Un
ejemplo conocido de ello es el ciervo almizclero. Este curioso animal
originario de Asia Central, que vive en las montañas de Siberia, China y
el Tibet, guarda muy cerca de sus genitales unas glándulas
sorprendentes por su olor, y que se cree sirven para atraer a la hembra.
Esas
glándulas contienen almizcle, una sustancia marrón, tan amarga como
volátil, muy apreciada por la alta perfumería y la cocina oriental por
su aroma afrodisiaco.
Pero no todo es coser y cantar para el macho, en algunos casos la copula les puede costar la vida.
Ahí
tenemos a la Mantis religiosa, ese insecto de tamaño mediano, grandes
ojos y pinta de alienígena, con fama de devora hombres y un nombre un
tanto equívoco.
Cuando llega la época de la reproducción, la
Mantis se lía la manta a la cabeza y tras atraer al macho y copular con
él no duda ni un instante en merendárselo, vivito y coleando.
Para
evitar ser devorados, subraya Fizte, algunos insectos y arañas traen a
la hembra una gran presa para comer, y mientras ella se alimenta el
macho aprovecha para copular, pero si la presa no es suficientemente
grande, la hembra termina también devorando al macho. EFEverde
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