El meteorito que cayó en Villalbeto de la Peña (España) en 2004 reveló la presencia de agua en estado líquido en lugares del Sistema Solar más lejanos de lo que se creía anteriormente, según un estudio divulgado hoy en Australia.
La investigadora Kathryn Dyl, de la Universidad de Curtin,
dijo que el meteorito se originó "en el cinturón de asteroides entre
Marte y Júpiter, una región del Sistema Solar considerada demasiada fría
para que hubiera agua en estado líquido".
"El descubrimiento extiende nuestro conocimiento sobre qué hacía el agua
cuando nuestro sistema solar se estaba formando", indicó Dyl a la
cadena ABC.
La investigación fue realizada a partir de 50 fragmentos del meteorito recogidos en Villalbeto de la Peña (Palencia) en una área de un radio de 100 kilómetros y se basó en el análisis de partículas de 100 por 600 micras con un nuevo láser ultravioleta de la Universidad de California.
La investigación fue realizada a partir de 50 fragmentos del meteorito recogidos en Villalbeto de la Peña (Palencia) en una área de un radio de 100 kilómetros y se basó en el análisis de partículas de 100 por 600 micras con un nuevo láser ultravioleta de la Universidad de California.
Este
análisis permitió medir la proporción de isótopos de oxígeno 17 a 18, y
examinar los cambios en la estructura mineral que, según el equipo
científico, pudieron ser causados solo por agua en estado líquido o
vapor.
Feldespato
El análisis se centró en una materia rocosa llamada feldespato, que se había derretido y fundido en la superficie del meteorito, lo que habría generado las condiciones "hidrotermales" en las que el agua, líquida o en vapor, "cuece" el mineral en la roca.
El análisis se centró en una materia rocosa llamada feldespato, que se había derretido y fundido en la superficie del meteorito, lo que habría generado las condiciones "hidrotermales" en las que el agua, líquida o en vapor, "cuece" el mineral en la roca.
Esta fusión del mineral en el meteorito se
habría dado en un período de uno a diez años y a temperaturas de entre
750 y 850 grados centígrados.
Los resultados concuerdan con los
obtenidos previamente por otro de los autores del estudio, Phil Bland,
quien señaló que el nuevo hallazgo sugiere que los meteoritos
intercambian agua cuando se golpean mutuamente en el cinturón de
asteroides.
Según los científicos, el estudio de la interacción
entre rocas y agua podría tener consecuencias en el conocimiento sobre
la formación de los cuerpos planetarios, el desplazamiento del agua
hacia el centro del Sistema Solar y la formación de moléculas
prebióticas, anteriores al origen de la vida en la Tierra.
El estudio fue publicado en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences. EFEverde
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