El control del riesgo de riadas e inundaciones empieza en los embalses y las redes y cabeceras de los ríos, donde debe gestionarse el agua ante eventos meteorológicos extremos, explicó a EFEverde el ingeniero Tomás Sancho.
En las construcciones hidráulicas debe primar la filosofía de
protección contra el riesgo, aunque nunca se consiga la seguridad
absoluta, señaló el experto a propósito de las recientes lluvias
torrenciales y la respuesta de las estructuras diseñadas para la
contención del agua.
Según Sancho, miembro del comité de Agua,
Energía y Medio Ambiente del Colegio de Ingenieros, España cuenta con un
importante sistema automático de información hidrológica, con
pluviómetros y controles en embalses y estaciones de aforo que siguen
los caudales de los ríos en sus puntos más significativos.
Son
datos en tiempo real, dijo, encaminados a gestionar las zonas de acopio,
según la afluencia de agua prevista.El control del agua, insistió, debe
hacerse "donde conviene", con un buen conocimiento del entorno,
estudios de desbordamiento, área de acondicionamiento amplias y
asegurando la resistencia de diques.
Las dos "herramientas
básicas", subrayó Sancho, expresidente de la Confederación Hidrográfica
del Ebro, son la predicción, en base a lo que esta lloviendo, y saber
cómo y dónde se acumula el agua."Es lo que nos permite tomar decisiones
para manejar embalses y agotar resguardos y organizar modelos de
predicción", agregó tras recordar que desde 2007 se trabaja en una
cartografía nacional de zonas inundables en la que se apoya la gestión
del espacio fluvial.
Todas las zonas de "riesgo potencial" están
señaladas en el mapa, incluidos los ríos "antropizados", modificados o
canalizados por el hombre, que nunca olvidan su cauce original."El río
reclama su espacio", subrayó Sancho, quien resaltó la importancia de
rescatar las indicaciones que avisan al público de los cauces de los
ríos, aun secos, o de aquellos que discurren en entornos urbanos, como
en Valencia y Sevilla.
En toda nueva actuación urbanística,
agregó, se exige un estudio de innundabilidad, en el que se debe tomar
en cuenta las series históricas de precipitación y su frecuencia de
retorno.Los sistemas de presas, de las que hay 1.200 en toda España, son
los mas efectivos para controlar el agua, pero de su adecuada gestión
depende que la distribución eficaz y eficiente, aunque nunca sin
riesgos, puntualizó.
"Siempre hay que contar con la fuerza del
agua en la construcción", precisó Sancho, quien mencionó los "super
diques" y otras estructuras diseñadas para impedir roturas bruscas.
Hace
diez años, recordó, en Miranda de Ebro, el diseño de contención
resistió ante un inusual incidente por la apropiada respuesta ante
potenciales inundaciones y subidas y bajadas de agua.
Además, en
los estudios de inudabilidad que se elaboran, explicó, se intenta
identificar grandes áreas de actuación o de inundación controlada, para
que no se registren en zonas urbanizadas ni se aumente el torrente al
final del cauce.
Hay que tomar en cuenta, también, la altura de
inundación y la velocidad del agua en su trayecto, por si es necesario
activar programas de protección civil o evacuación.
Aunque se han
identificado los "puntos rojos" de mayor peligro en la geografía
española, Sancho precisó que "muchas veces el problema está donde menor
cuidado se ha tenido" y que son las zonas de Levante las que corren más
peligro, por registrar tormentas y riadas rápidas "tipo flash" asociadas
a los fenómenos de convección típicos de su geografía.
Sobre el
cambio climático y la posibilidad de que afecte en la proyección de
edificaciones de control de agua, Tomás Sancho indicó que es un
comportamiento que aún no es evaluable en los datos disponibles, pero
reconoció que es recomendable "extremar la prudencia" por la frecuencia y
cierta regularidad de las lluvias extremas.
El periodo de vida
útil de las estructuras hidráulicas oscila entre los 20 y 25 años de
puentes y canales y los mas de cincuenta de las presas, que aún así
alargan su funcionamiento con la necesaria inspección, mantenimiento y
adecuación estructural.
Por eso la "llamada de atención" del
Colegio de Ingenieros sobre el presupuesto estatal destinado a las
presas. "El que no acude a la gotera, acude a la casa entera", precisó
el experto, a favor del menos costoso mantenimiento preventivo.
En
control del agua, apuntó, los españolas son herederos de los árabes
"primorosos" y los romanos "efectivos", dos culturas que abogaron en la
península por el aprovechamiento "quieto y pacífico de las aguas", un
recurso inestable e irregular en el espacio y en el tiempo al que todos
tenemos derecho. EFEverde
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