El geólogo Francisco José Pérez Torrado afirma que se ha enfatizado "el alarmismo" en la erupción volcánica submarina de El Hierro pese a que no hay peligro real para la población, pues la sismicidad está asociada al magmatismo y no a la rotura de fallas, motivo por lo que Canarias está exenta de terremotos de gran magnitud.
Así lo indica en una entrevista a Efe Francisco José Pérez Torrado, que es geólogo-vulcanólogo del Departamento de Física de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria e investigador del grupo Geología de Terrenos Volcánicos (Geovol).
Este grupo desarrolla en la actualidad un proyecto para el analizar el vulcanismo reciente en El Hierro.
Francisco José Pérez Torrado advierte de que con motivo de la erupción submarina registrada en el herreño Mar de las Calmas ha habido exceso de información no depurada y parece que "en ningún momento se han querido explicar bien las cosas".
Francisco José Pérez Torrado advierte de que con motivo de la erupción submarina registrada en el herreño Mar de las Calmas ha habido exceso de información no depurada y parece que "en ningún momento se han querido explicar bien las cosas".
"Se ha enfatizado el riesgo de forma
exacerbada en vez de tomar conciencia de que el magmatismo es el motor
de que exista Canarias, que son islas volcánicas generadas por la
acumulación de material volcánico durante miles a millones de años y
hace, por ejemplo, que Gran Canaria se eleve 4.000 metros sobre el suelo
oceánico", precisa.
Riesgos y ventajas
El magmatismo entraña riesgos pero también ventajas, la primera, la propia existencia de Canarias.
En Canarias además, al estar en el interior de una placa tectónica (la africana), sus erupciones son de baja explosividad si se compara con islas situadas al borde de placas de subducción como Japón, Filipinas y Hawai, donde la última erupción volcánica se inició hace más de veinte años.
En Canarias además, al estar en el interior de una placa tectónica (la africana), sus erupciones son de baja explosividad si se compara con islas situadas al borde de placas de subducción como Japón, Filipinas y Hawai, donde la última erupción volcánica se inició hace más de veinte años.
Asimismo, si se compara con Hawai, que también son islas
sobre una placa (la pacífica en su caso), la magnitud de la actividad
volcánica es muy inferior.
En Canarias hay una erupción cada 40
años de promedio en tiempos históricos, mientras que en Hawai tienen
épocas, como la actual, con erupciones continuadas durante décadas.
Es
posible que esta sea la causa de que en Canarias se carezca de la
tradición científica y de divulgación que ha tenido Hawai, donde estos
procesos se viven con naturalidad, afirma.
"Lamentablemente,
aunque también se ha aprendido de los errores, se siguen repitiendo los
mismos patrones de alarmismo exacerbado y el problema es que llegan a la
población mensajes muy contradictorios y más que informar, se ha
desinformado muchas veces, lo que habría que evitar en un futuro que, me
temo, no será inmediato", añade.
Red de vigilancia volcánica
Ello ocurre a pesar de que el Instituto Geográfico Nacional (IGN) ha hecho "un esfuerzo enorme" y ha diseñado una red de estaciones de vigilancia volcánica que es capaz de prever una erupción, no de predecirla, porque eso es imposible.
Ello ocurre a pesar de que el Instituto Geográfico Nacional (IGN) ha hecho "un esfuerzo enorme" y ha diseñado una red de estaciones de vigilancia volcánica que es capaz de prever una erupción, no de predecirla, porque eso es imposible.
En
la erupción de El Hierro se ha demostrado que funcionó muy bien esta
detección temprana de señales, como el aumento de la sismicidad y la
hinchazón del terreno, que se detectaron con la red de GPS con días de
antelación. EFEverde
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