El desprecio hacia la costa, el desconocimiento científico y la planificación incorrecta del territorio, son las principales causas de la incompatibilidad entre el turismo de "sol y playa" y la protección del medio ambiente, dos actividades que están condenadas a entenderse, según los expertos.
El turismo heliotrópico, que demanda sol, calor y playas, es el
que más ha impactado sobre el medio y el territorio, según la profesora
de geomorfología de la Universidad Complutense de Madrid, Guillermina
Garzón y el profesor de geografía del turismo de la Universidad Nacional
a Distancia de España (UNED), Carlos Pardo.
"El turismo no es
malo en sí", apuntó Garzón y explicó que sus consecuencias negativas
devienen de la mala gestión del territorio y la sobreexplotación del
medio natural.
Asimismo, la geóloga incidió en que no se percibe
el valor real de ciertas zonas que "se han invadido de forma masiva" y
en este sentido, añadió que "en España hay un desprecio total hacia la
costa".
"Tenemos una incultura ante el medio natural, el mar y la
evolución geológica y dinámica de las costas, tremenda", explicó la
profesora y añadió que la masificación y construcción están acabando con
las dunas, que son "la única defensa ante la subida del nivel del mar".
Según
Garzón, la destrucción de este ecosistema es, junto con la erosión del
suelo, el problema medioambiental más grave de España, puesto que las
barreras artificiales -malecones, espigones o diques- provocan aún más
problemas.
De ese modo, "se ha invertido un dinero tremendo en regeneración de playas", criticó la geóloga.
"Planificándolo
bien, podría haberse hecho mejor", según el profesor de geografía de
turismo de la UNED, Carlos Pardo quien cree que deberían corregirse
errores como el hotel del Algarrobico (Almería), cometidos en un
contexto económico que fomentó el "dejar hacer".
No obstante,
Pardo también destaca la importancia económica del turismo e incide en
que la sociedad española ha cambiado, puesto que está más concienciada
con la defensa del medio ambiente.
Ambos expertos coinciden en que
existen otros tipos de turismo; algunos han fomentado la protección del
medio ambiente, pero otros han generado consecuencias negativas.
En
este sentido, el profesor de geografía citó el turismo relacionado con
el deporte del esquí, que ha desencadenado un impacto negativo en el
paisaje de montaña, pero también señaló el cinegético, de caza, que
resulta muy respetuoso con el medio.
El turismo movido por el
interés geológico ha aumentado, según Guillermina Garzón y, en
consecuencia se han creado diversos "geoparques".
"La riqueza
espeleológica y de cavidades de España, es única en el mundo", resaltó
la profesora de geología, y añadió que la gestión turística de este
sector sigue un modelo "bastante bueno".
En cuanto a geología se
refiere "el problema está en el litoral; el interior se ha conservado
bastante bien", según Garzón, aunque también apuntó problemas puntuales
como los provocados por el descenso en cañones, "que se han puesto de
moda".
Ninguno de los dos expertos cree que el paisaje de la costa
pueda volver a ser salvaje y bucólico, como antaño, sin embargo el
geógrafo insistió en que han de corregirse ciertos errores. "Todavía
tenemos una riqueza paisajística en nuestro país, tremenda y lo que hay
que hacer es cambiar la mentalidad de la gente", concluye Guillermina
Garzón. EFEverde
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