En la
respuesta parlamentaria, recogida por Europa Press, el Ejecutivo
argumenta que, sobre el maíz 'MON810', maíz transgénico que se cultiva y
consume principalmente en España
ECOticias.
El Gobierno defiende el consumo y cultivo de maíz transgénico en
España porque dice que, según últimos estudios, no se derivan daños ni
para la salud de las personas ni para el medio ambiente, según se
desprende de una respuesta parlamentaria al diputado de UPyD, Toni
Cantó, sobre el fomento del cultivo de este organismo genéticamente
modificado.
En la respuesta parlamentaria, recogida por Europa Press, el
Ejecutivo argumenta que, sobre el maíz 'MON810', maíz transgénico que se
cultiva y consume principalmente en España, el Departamento de Medio
Ambiente realiza un programa de seguimiento del cultivo, en colaboración
con científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas
(CSIC), desde hace 12 años.
Eso sí, el Gobierno puntualiza al mismo tiempo que no realiza
ninguna acción específica dirigida a fomentar el cultivo de productos
modificados genéticamente, sino que cumple "estrictamente" lo que
establece la normativa comunitaria, al permitir tanto su consumo como
cultivo.
NORMA SOBRE COEXISTENCIA
Por último, recalca que, en la actualidad, está valorando la
posibilidad de desarrollar una norma sobre coexistencia en España. Así,
especifica que el proyecto de norma contendría la existencia de una
parte general, con normas sobre coexistencia que puedan aplicarse a
cualquier cultivo modificado genéticamente autorizado.
Por otra parte, recogería unas medidas específicas para cada uno
de los cultivos autorizados (actualmente sólo se contemplarían medidas
de coexistencia para el maíz y la patata, por ser los dos únicos
cultivos autorizados a nivel comunitario).
El maíz modificado genéticamente MON810 es el único evento que se
cultiva en España y está autorizado a nivel comunitario. Por tanto es
una opción que el agricultor puede utilizar una vez haya valorado los
beneficios que le reporta este tipo de maíz y los costes que conlleva su
utilización, según señala el Gobierno.
En la práctica, el uso de variedades de maíz modificado
genéticamente en España se encuentra muy extendido entre los
agricultores en el Valle del Ebro (Aragón, Cataluña y Navarra) y en
ciertas zonas de Extremadura, Andalucía y Castilla-La Mancha, donde el taladro, plaga a la que es resistente este tipo de maíz, tiene una gran incidencia.
Para que pueda autorizarse un nuevo producto modificado
genéticamente en la Unión Europea, tanto para cultivo, como para
importación y procesado, El Ejecutivo explica que se tiene en cuenta
toda la bibliografía científica disponible, además de otros estudios
realizados por la propia empresa dueña del evento.
Además, el Ejecutivo señala que todo ello es analizado por la
Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), que finalmente emite
un informe de evaluación de riesgos para las personas, animales y el
medio ambiente. Desde España, la Comisión Nacional de Bioseguridad es el
órgano encargado de colaborar con la EFSA en el análisis de la
información científica.
ESPAÑA, EL MAYOR PRODUCTOR DE LA UE
No obstante, organizaciones ecologistas, como Greenpeace,
defienden que los daños para la salud de este maíz transgénico no han
sido suficientemente evaluados.
Igualmente, indican que España, además de ser el país de la UE
donde más plantas transgénicas se cultivan a escala comercial es también
el país de la UE con mayor número de cultivos experimentales al aire
libre.
El pasado mes de junio, el Gobierno ya defendió el consumo de maíz
transgénico en otra respuesta parlamentaria a la diputada de ICV, Laia
Ortiz, donde afirmó que el maíz modificado genéticamente es "una opción más respetuosa con el medio ambiente que el maíz convencional". En esa respuesta también añadió que durante 15 años cultivando estas variedades "no se han producido incidentes de ningún tipo".
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