El caballo es uno de los animales más imponentes y bellos de la naturaleza y su figura ha estado siempre ligada a la historia del hombre, que ha aprovechado sus múltiples cualidades para muchas y variadas actividades, entre ellas las militares.
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Durante siglos la Caballería fue uno de los cuerpos más
importantes de los ejércitos y aunque los avances tecnológicos
prácticamente han llevado a su desaparición en la batalla, su imagen
sigue atada muy estrechamente a la del militar, sobre todo en
exhibiciones y desfiles castrenses.
En España, para mantener esta
relación, el Ministerio de Defensa gestiona cinco yeguadas (Jerez,
Écija, Zaragoza, Ávila y Cantabria), que crían, seleccionan y mejoran
diferentes razas ecuestres que conforman la yeguada militar: pura raza
español, pura raza árabe, hispano árabe, anglo árabe, caballo de porte
español, caballo bretón e hispano bretón y el pura sangre inglés.
Las
diferencias entre los diferentes centros de cría caballar militar
radican en los trabajos que les encargan desde el Ministerio y los tipos
de razas ecuestres en los que estén especializados, que normalmente
coinciden con las más típicas o con mayor influencia en las zonas en los
que están asentados.
En el norte, el centro de referencia se
encuentra en la Sierra de Ibio (Cantabria), se trata del Centro Militar
de Cría Caballar de Mazcuerras, yeguada militar desde 1972 y que en 2010
asumió también las funciones del depósito de sementales de Santander.
Estaba previsto que se agruparan allí los ejemplares de la yeguada Lore
Toki de San Sebastián, aunque, por el momento, no se ha hecho efectivo
el traslado.
El Centro Militar de Cría Caballar de Mazcuerras,
popularmente conocida como la "Yeguada de Ibio", ocupa una finca de 88
hectáreas con una importante conjugación de prados, que se siegan para
el consumo de los animales, y que, como dato curioso, contiene entre sus
instalaciones la casa más antigua habitada de Cantabria.
Los
animales se alojan en unas modernas cuadras de tipo "nórdico" y el
herradero es un pequeño "museo" que posee, entre otras cosas, todo tipo
de utensilios tradicionales, algunos cuadros de herraduras históricos y
el potro de contención para herrar a los caballos que se aprovechó del
antiguo Depósito de Sementales de Santander.
El centro acoge en la
actualidad 184 ejemplares: yeguas de pura raza española, caballo de
deporte español, bretón e hispano bretón, en la yeguada; y 30 caballos,
de todas las razas, en el depósito de sementales, que en su gran mayoría
proceden de las principales líneas sanguíneas de crianza dentro de sus
respectivas razas.
Alrededor de 50 potros nacen cada año en sus
instalaciones, a las yeguas se las cría para ser futuras madres y los
caballos, si son seleccionados como sementales tras superar varios test
de contrastación según su raza, estarán allí hasta que su fertilidad y
fecundidad sea óptima.
El jefe del Centro Militar de Cría Caballar
de Mazcuerras, el teniente coronel veterinario Antonio Berruezo,
explica, en una entrevista con Efe, que para ser considerado semental
"el caballo tiene que tener algo que aporte algo a la raza" y su semen
una gran fertilidad.
En Mazcuerras se crían los potros y a partir
de los dos años se les hacen las primeras pruebas para ver si valen. En
caso de no ser aptos como sementales se les destinará a otras secciones
del ejército.
En cuanto a los trabajadores, se trata
fundamentalmente de personal militar, la mayoría especialistas en
veterinaria de cría caballar y auxiliares en veterinaria. Berruezo
asegura que el profesional del caballo "es como un sacerdote, está
dedicado exclusivamente a ello, es una vocación, aunque sean oficiales
de armas, veterinarios o auxiliares".
Entre sus funciones, el
Centro Militar de Cría Caballar de Mazcuerras está encargado de reponer
su propio grupo de sementales y de la remonta (proveer de nuevos
ejemplares) de caballos a la Sección Militar Ecuestre, a la Guardia
Real, Guardia Civil, Policía Nacional, así como algún club hípico
militar.
También es un lugar pionero y especializado en el cruce
de razas y el trasplante de embriones, que sigue las normas del "Plan de
Cubrición" de las Fuerzas Armadas, un proceso metódico en el que se
establecen las pautas de las características de los ejemplares que se
quieren obtener para mejorar las diferentes razas, "controlando siempre
que la consanguinidad entre animales no supere el 9 %".
De cara al
futuro, está proyectado un programa de acercamiento de las razas de
asnos a los lugares donde se han criado o desarrollan su actividad y en
el Centro Militar de Cría Caballar de Mazcuerras están esperando los
primeros ejemplares de burros zamorano-leoneses.
Además,
Mazcuerras es un centro homologado, en el que los sementales están
libres de arteritis, metritis y anemia infecciosa, según las normas
europeas para poder comercializar su semen. EFE
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