Esta especie,
que alcanzaba un tamaño de hasta 20 metros de largo y 100 toneladas de
peso y que está hoy extinta, vivió aproximadamente desde hace 20
millones de años (en el mioceno) hasta hace tan solo 2 millones de años
(plioceno)
ECOticias.
Investigadores del Instituto Español de Oceanografía (IEO) han
descubierto en aguas canarias, y a más de 1.000 metros de profundidad,
un importante yacimiento submarino de fósiles, en el cual se han
encontrado dientes de 'megalodón', el tiburón más grande y el mayor
depredador marino que ha existido en el planeta, según ha informado la
institución.
Esta especie, que alcanzaba un tamaño de hasta 20 metros de largo y
100 toneladas de peso y que está hoy extinta, vivió aproximadamente
desde hace 20 millones de años (en el mioceno) hasta hace tan solo 2
millones de años (plioceno) y, por el tipo de dientes encontrado, se
supone que se alimentaba de grandes presas, como ballenas o delfines.
Además, en este depósito paleontológico, localizado al pie de la
montaña sumergida conocida como banco de concepción, situada al norte de
isla de la graciosa, se ha encontrado también otras especies de
tiburones, "representantes genuinos de los niveles superiores en las
redes tróficas oceánicas, lo que demuestra la existencia de enormes
cantidades de comida como ballenas, focas, sirénidos o bancos de peces
en aguas canarias hace entre 23 y 5 millones de años atrás, cuando el
archipiélago empezaba a emerger del lecho oceánico", según ha explicado
el biólogo marino y científico que ha participado en la investigación,
Pedro J. Pascual.
Aunque el hallazgo de estos vestigios se produjo en octubre de
2012 durante la campaña de investigación marina (Incoeco 1012) dentro
del proyecto europeo life+indemares, realizada por el buque
oceanográfico del IEO, Ángeles Alvariño, su identificación precisa ha
sido realizada recientemente en el centro oceanográfico de Canarias.
Así, las pruebas del registro fósil demuestran que los ejemplares
pequeños eran más frecuentes en las zonas costeras y los grandes en
aguas abiertas y alejadas de la costa, lo que parece estar relacionado
con que determinadas zonas costeras o islas con abundante alimento
fueran elegidas como zonas de reproducción y cría por estas enormes
especies, muy necesitadas de grandes cantidades de alimento para su
desarrollo.
Finalmente, el IEO ha señalado que la existencia de sirénidos
(manatí o vaca marina), nunca había sido antes registrada en las Islas
Canarias, por lo que su hallazgo aporta una información muy valiosa
sobre el ecosistema y tipo de clima existente durante el inicio de la
formación del archipiélago canario.
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