Aunque pueda resultar extraño, la compañía alemana Faber-Castell fabrica cada año cerca de 2.000 millones de lapiceros sin destruir bosques y con certificaciones internacionales de sostenibilidad y respeto por el medio ambiente.
La empresa Faber-Castell,
fundada hace 250 años en Alemania, tiene un catálogo de 2.000
referencias, principalmente de papelería, siendo los lapiceros uno de
sus productos estrella al fabricar unos 2.000 millones de unidades cada
año. Y todo esto sin destruir bosques.
Berhard Brandes, director general de WWF Alemania
dice de la empresa que "es un claro ejemplo de cómo una compañía que
actúa a nivel mundial puede establecer un alto compromiso social y
medioambiental, a pesar de las crecientes presiones del mercado".
Hasta el 95 % de la madera que utilizan para fabricar sus productos proviene de sus propios bosques sostenibles con certificación FSC
(Forest Stewardship Council) desde 1999. Y es que la empresa tiene más
de 100 kilómetros cuadrados de bosque repartidos en 11 parques
forestales del sudeste de Brasil.
Reserva de bosque y 80% de energías renovables
De
estos bosques obtienen la madera para fabricar sus productos, pero unas
2.700 hectáreas están reservadas como bosque natural donde habitan
cerca de 500 especies de flora y fauna.
Estos bosques absorben
unas 100.000 toneladas de dióxido de carbono al año, más de lo que
genera la empresa (unas 20.607 toneladas) que no obstante las ha
reducido a la mitad con programas de ahorro energético, la modernización
de las plantas de producción, la reducción del consumo de combustibles
fósiles y la utilización de fuentes de energía renovables, que aportan
el 80 % del total.
Sede sostenible desde los años 20
La
empresa, cuya sede está en la ciudad alemana de Stein (Baviera),
calienta parcialmente sus oficinas con residuos de madera y obtiene el
25 % de su electricidad gracias a una turbina de agua. En los años 20
esta empresa ya generaba electricidad con restos de madera y energía
hidráulica.
La conciencia social de esta empresa viene de lejos:
en el siglo XIX la empresa ya ofrecía a sus empleados alojamientos
subvencionados, planes de ahorro y una guardería, y desde hace dos
décadas producen su materia prima en Brasil gracias al empeño del conde
Anton Wolfgang von Faber-Castell, el actual presidente, que pertenece a
la octava generación de la familia fundadora.
Faber-Castell se unió en 2011 al GFTM (Global Forest and Trade Network),
organización dependiente de WWF (World Wildlife Fund) que ayuda a las
empresas a fomentar la responsabilidad social y medioambiental.
También es signatario de Global Compact,
una iniciativa de la ONU que moviliza a empresas de todo el mundo a
adoptar en sus negocios prácticas y valores fundamentales en áreas de
derechos humanos, relaciones laborales, medio ambiente y anticorrupción.
Este
año ha participado en la conferencia internacional Río+20
proporcionando a la organización 70.000 "ecolápices" y bolígrafos
sostenibles. EFEverde
No hay comentarios:
Publicar un comentario