El director
general del Agua del Ministerio, Juan Urbano, ha presidido la
presentación de esta publicación, “Las Aguas Subterráneas en la
Planificación Hidrológica”, junto a la directora del IGME, Rosa de
Vidania Muñoz.
ECOticias.
El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente
(MAGRAMA) y el Instituto Geológico y Minero (IGME) han presentado esta
mañana un libro que sintetiza su colaboración en los últimos años para
la realización de trabajos encaminados a la gestión sostenible de las
aguas subterráneas.
El director general del Agua del Ministerio, Juan Urbano, ha
presidido la presentación de esta publicación, “Las Aguas Subterráneas
en la Planificación Hidrológica”, junto a la directora del IGME, Rosa de
Vidania Muñoz.
“Esta publicación supone un broche de oro a la encomienda de gestión
de la Dirección General del Agua del Ministerio al Instituto Geológico y
Minero de España para la realización de unos trabajos conjuntos
destinados a lograr una gestión sostenible de las aguas subterráneas, en
el marco de una colaboración entre ambos organismos que se extiende
durante 25 años ya”, ha destacado Juan Urbano.
El principal objeto de esta encomienda, tal y como recoge el libro,
ha sido la realización de trabajos científico-técnicos de apoyo a la
sostenibilidad y protección de las aguas subterráneas, con el fin de
mantener sus funciones potenciales y lograr su gestión sostenible
mediante un enfoque que armonizara los aspectos cualitativos y
cuantitativos, de conformidad con lo dispuesto en la Ley de Aguas, en la
Directiva Marco del Agua y en la Directiva sobre protección de las
aguas subterráneas contra la contaminación y el deterioro.
“La encomienda de gestión que sustenta el contenido de este documento
supuso un considerable apoyo en el tratamiento de las aguas
subterráneas durante el proceso de planificación hidrológica que se está
llevando a cabo por parte de la Dirección General del Agua del
Ministerio y de las Demarcaciones Hidrográficas de las cuencas
intercomunitarias”, ha detallado Urbano.
ESENCIAL EN LA PLANIFICACIÓN HIDROLÓGICA
El director general del Agua ha recordado así que, entre las
competencias de su área, se encuentra el establecimiento de criterios
homogéneos para la revisión de los Planes Hidrológicos de los organismos
de cuenca. Para el cumplimiento de este objetivo, las aguas
subterráneas constituyen un elemento esencial en el proceso de
planificación, en tanto que la superficie del país cubierta por
afloramientos permeables es del orden de 176.000 km2, que reciben una
recarga natural media que asciende a casi 21.000 hm3/año.
Por otra parte, las aguas subterráneas están íntimamente ligadas con
el medio ambiente, tanto en sus aspectos de generación como de
preservación, y constituyen una de las fórmulas que permiten incrementar
la oferta de agua de manera rápida en situaciones extremas.
Por su parte, el IGME, organismo público de investigación adscrito al
Ministerio de Economía y Competitividad, tiene entre sus funciones
informar y asesorar para establecer criterios que sirvan para elaborar
normativas ambientales preventivas y correctoras, así como controlar la
aplicación de las medidas sobre las aguas subterráneas. La Ley de Aguas,
además, faculta al Instituto para colaborar y prestar asesoramiento a
las administraciones en materia de Aguas Subterráneas, así como para
formular y desarrollar planes de investigación tendentes a mejorar el
conocimiento y protección de los acuíferos.
Esta publicación, cuya documentación completa se encuentra en los
archivos de la Dirección General del Agua y del IGME para todos los
interesados en su consulta y utilización, constituye un nuevo hito en la
colaboración entre ambos organismos, desarrollada en el último cuarto
de siglo, y de la que ha surgido un amplio catálogo de estudios y
trabajos.
25 AÑOS DE COLABORACIÓN
Entre ellos destaca el “Estudio de Delimitación de las Unidades
Hidrogeológicas del Territorio Peninsular e Islas Baleares y Síntesis de
sus Características”, realizado en 1988, con el objetivo de llegar a
una definición detallada de las principales unidades dentro de cada
cuenca, así como distinguir dentro de cada una aquellos acuíferos
susceptibles de un análisis específico.
Destaca también el “Libro Blanco de las Aguas Subterráneas”,
publicado en 1994 con el fin de identificar los problemas asociados a
la viabilidad del uso de aguas subterráneas y su protección.
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