El cine actual parece más preocupado por los meteoritos aproximándose
azarosamente a la tierra que por los peligros ecológicos que están
afectando nuestras vidas.
ECOticias.
El cine actual parece más preocupado por los meteoritos
aproximándose azarosamente a la tierra que por los peligros ecológicos
que están afectando nuestras vidas. Es evidente que esos relatos
catastróficos son metáforas pero,
amigos, amigas… ¿qué tal un poco de realidad?, ¿qué tal un poco de cine ecologista concienciado, y a ser posible, no terriblemente aburrido?
amigos, amigas… ¿qué tal un poco de realidad?, ¿qué tal un poco de cine ecologista concienciado, y a ser posible, no terriblemente aburrido?
“Plastic Planet”, estrenada en nuestro país este
mayo parece ser la respuesta a las preguntas anteriores, ya que parte de
la investigación de su lento, eficaz y conciso director, Werner Boote,
quien tomando como ejemplo al cine de Michael Moore decide ponerse a investigar la industria del plástico. Una industria que produce mundialmente 240 millones de toneladas al año (60 millones en Europa)
de un material que en la mayoría de entrevistas con científicos es
calificado de peligroso por lo insidioso y sutil de su comportamiento
ejemplificado en ese
pañal que tarda 200 años en descomponerse o en esa botella de agua que lentamente
expulsa moléculas dañinas como los ftalatos. 240 millones de toneladas anuales que han provocado una transformación lenta en nuestro planeta que lleva al director de la cinta a calificar la nuestra como “era del Plástico” y a nuestro
mundo como un globo terráqueo de plástico hinchable fabricado en China que no cumple las medidas de seguridad necesarias. No respiramos oxígeno sino DIMP, DBP, DDP, DILOP, BPA, ftalatos.
pañal que tarda 200 años en descomponerse o en esa botella de agua que lentamente
expulsa moléculas dañinas como los ftalatos. 240 millones de toneladas anuales que han provocado una transformación lenta en nuestro planeta que lleva al director de la cinta a calificar la nuestra como “era del Plástico” y a nuestro
mundo como un globo terráqueo de plástico hinchable fabricado en China que no cumple las medidas de seguridad necesarias. No respiramos oxígeno sino DIMP, DBP, DDP, DILOP, BPA, ftalatos.
“*Plastic Planet*” nos cuenta que somos albatros con el estómago lleno de objetos
de plástico, un material misterioso hecho de patentes secretas que envuelven nuestros alimentos, donde los fabricantes de envases desconocen la composición del material que les mandan sus proveedores iniciando una cadena de desconocimiento y silencio que acaba, del mismo modo tácito, instalándose en nuestra cadena alimenticia. Los plásticos parecen brillar más que nunca en este mundo artificial, pero, como demuestra esta película, a su alrededor tan sólo hay oscuridad y silencio.
de plástico, un material misterioso hecho de patentes secretas que envuelven nuestros alimentos, donde los fabricantes de envases desconocen la composición del material que les mandan sus proveedores iniciando una cadena de desconocimiento y silencio que acaba, del mismo modo tácito, instalándose en nuestra cadena alimenticia. Los plásticos parecen brillar más que nunca en este mundo artificial, pero, como demuestra esta película, a su alrededor tan sólo hay oscuridad y silencio.
““Plastic Planet”:http://www.imdb.com/title/tt1292648/” es una película global que viaja desde el desierto del Sáhara donde podemos ver la basura de los grandes rodajes a las fábricas de plástico de Venecia, donde el PVC
causó 170 muertes y 377 enfermos de cáncer, o las recolectoras de
basura de Calcuta. En ella podemos ver los laboratorios universitarios,
los despachos de los dirigentes europeos y la basura acumulada en las
costas de Japón para descubrir cómo de gruesa es la capa de plástico que
cubre nuestro planeta.
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