sábado, 21 de julio de 2012

Impuestos verdes deben ir acompañados de plan medioambiental de largo plazo

Establecer definiciones sobre las cuales basar el debate en torno a los “impuestos verdes” con el fin de contar con un marco para el diseño de los instrumentos fiscales y la confección de políticas medioambientales. Ése es el objetivo del documento Principios de Impuestos Medioambientales, que surgió a raíz del trabajo desarrollado por expertos de la Cámara de Comercio Internacional (ICC, en sus siglas en inglés), y en el que se plantea que con el fin de generar un cambio en el comportamiento, los impuestos medioambientales no deberían estar centrados netamente en buscar un mayor incremento en la carga impositiva.

Y es que “si se utiliza de forma excesiva este tipo de gravamen genera distorsiones en el mercado. Por ello la idea es que se establezcan parámetros de impuestos medioambientales de manera específica y económicamente eficientes”, explica Cristóbal Valdés, presidente de ICC Chile.

Los esfuerzos se deben focalizar, entonces, en una mirada de largo plazo en temas que actualmente son esenciales en el ámbito medioambiental como: cambio climático, agotamiento de recursos, desechos y reducción de la biodiversidad. Ello desarrollando, a su vez, el establecimiento de planes de impuestos en el que se abarquen temas como las emisiones de carbono, uso de productos tóxicos en las plantaciones y medidas que apoyen las actividades de reciclaje y su tratamiento, de tal manera que los impuestos sean parte de esta política medioambiental y no la médula de ésta.

El documento, además plantea que, el objetivo del principio denominado “el que contamina/utiliza-paga” significa que tanto los hogares como las empresas internalicen dichas externalidades en sus planes y presupuestos. En este sentido, establece que la carga tributaria debe basarse en un análisis de costo beneficio transparente, que sea económica, ambiental y socialmente eficaz.

Pero qué principios se deben considerar para diseñar una política general de impuestos medioambientales. A juicio de Valdés hay cinco puntos centrales y que dicen relación con simplicidad y efectividad en los costos;  evitar la tributación de una misma externalidad; que los precios establecidos por las externalidades medioambientales abarquen un amplio sector de la economía; que los nuevos planes impositivos sean notificados con suficiente antelación -para no alterar planes de inversión existente- y que potenciales implicancias sociales sean consideradas a través de políticas de integración.

A su vez el informe establece seis lineamientos para desarrollar medidas específicas en el establecimiento de impuestos medioambientales: Establecer leyes impositivas estables y predecibles; establecer precios predecibles para las externalidades y neutralidad en las ganancias, minimizar la complejidad de los mecanismos para reducir los costos administrativos; establecer normas predecibles para las importaciones y exportaciones en sintonía con los acuerdos comerciales existentes; asegurar un esquema de políticas flexibles para obtener los objetivos medioambientales.
Asimismo, propone implementar una tasa de impuesto proporcional y adecuada, tomando en cuenta los diversos efectos del cambio climático.

La Cámara de Comercio Internacional, organización empresarial mundial, es un órgano representativo de empresas de distintas partes del orbe. Su misión es promover el libre comercio y las inversiones internacionales así como también apoyar a estas entidades a afrontar retos y oportunidades de la globalización.

Sus fines estatutarios son actuar a favor de un sistema de comercio e inversiones abierto y crear instrumentos que lo faciliten, con la convicción de que las relaciones económicas internacionales conducen a una prosperidad general.

En nuestro país la entidad está representada por ICC Chile, entidad en la que participa la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (CNC), la Sofofa y la Cámara de Comercio de Santiago.

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