Este
investigador del Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona del Consejo
Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha precisado en
declaraciones a Europa Press que en el Mediterráneo
ECOticias.
Un año donde el invierno y la primavera, por lo general, han
sido "poco lluviosos", como sucede en este 2012, provoca la aparición de
medusas en las costas andaluzas, llegando incluso a cerrar al baño la
playa de Palmones, en Los Barrios (Cádiz), por la presencia "masiva" de
estas especies de cnidarios, según ha explicado el biólogo marino Josep
María Gili, quien ha comentado que esta presencia era "esperada" por las
condiciones climáticas del año.
Este investigador del Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona
del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha precisado
en declaraciones a Europa Press que en el Mediterráneo, "un año como
este 2012", era "esperada" la presencia de medusas por las
características climáticas del invierno y la primavera, estaciones "poco
lluviosas".
En este sentido, ha indicado que en la serie de lo últimos 20
años, "cada seis o siete, de media, se dan factores climáticos que hacen
más probable que un año o dos existan más medusas". "Los inviernos poco
lluviosos, igual que las primaveras, provocan que las condiciones del
agua costera sean muy favorables para que los vientos de dirección mar a
tierra traigan agua de mar abierto y más medusas", ha precisado.
Por contra, un invierno y primavera de precipitaciones "normales"
hace que las aguas costeras en verano estén "menos salinas y frescas"
frente a las de mar abierto que "tiene el sol todo el año". En estas
circunstancias, indica que "cuando sopla de mar a tierra en verano, las
aguas tienen más dificultades para mezclarse y las posibilidades de que
las medusas lleguen a las costas son menores".
Así, Gili, que ha dirigido más de 30 proyectos de investigación y
publicado unos 200 artículos científicos, insiste en que cuando hay
menos lluvia durante el año, las aguas costeras son "más cálidas de lo
habitual", por lo que "las aguas oceánicas se mezclan sin problemas con
las costeras y la llegada de medusas son más probables".
En verano, añade, "las aguas costeras se calientan y son muy
parecidas a las aguas oceánicas, aumentando las probabilidades de
aparición de medusas de mar abierto en la costa". En este sentido, ha
apuntado que unas condiciones similares a las de este año se dieron en
2006 y 2007, cuando se detectaron "muchos ejemplares de estas especies".
Este fenómeno, que se reproduce "cada seis o siete años" y "no ha
sido más de una semana", se registra a principios del mes de julio,
"cuando las aguas costeras alcanza más temperatura". "Es un fenómeno de
influencia climática anual", ha resaltado.
No obstante, aclara de la llegada masivas de medusas depende de
"otros factores ecológicos" como la falta de depredadores, las
temperaturas o la falta de competidores por alimentos.
"NO SON LAS MÁS PELIGROSAS, PERO SÍ ESTROPEAN EL VERANO"
Por otro lado, Josep María Gili ha asegurado que "en el
Mediterráneo no tenemos medusas que puedan causar mortalidad, pues no
son las más peligrosas del mundo, pero sí pueden estropear un verano".
En este sentido, precisa que "no son peligrosas en la primera
picadura, pero sí pueden serlo si a la misma persona le pica dos veces
en el mismo verano. "Entonces hay que tomar medidas importantes", ha
subrayado. Además, ha explicado que la picadura depende de "la persona y
de la cantidad de veneno inyectada en la piel".
"Si el problema se aborda a nivel de playa, el 99 por ciento de
los casos se soluciona de forma normal", ha señalado el biólogo marino.
En esta línea, ha considerado que lo "más importante" es la información
que se de este fenómeno que existe "pero se puede abordar". "Cuando haya
medusas en la playa, nos vamos a la piscina", ha bromeado.
MEDIDAS MUNICIPALES
De otro lado, ha resaltado que existen medidas para reducir el
impacto del problema. Así, ha apuntado que "vale la pena" sacar las
medusas del agua cuando éstas se encuentran a menos de cien metros de la
costa, es decir, en la zona de baño, por lo que insta a las entidades
locales a que actúen, pues las medusas, "que vienen a morir a la arena",
"aún muertas, los tentáculos pican".
Por otro lado, Gili ha advertido de que "los recortes también
están llegando a los estudios que el Ministerio de Medio Ambiente
realizaba sobre las medusas". Así, el último 'Plan Medusa' para la
mayoría de las zonas costeras nacionales fue en 2010, mientras en
Cataluña se canceló "este año".
Por último, el biólogo, nacido en Mollerussa (Lleida), recomienda
"abusar de las cremas solares, que además de proteger del sol, es la
mejor manera de prevenir los efectos de las picaduras".
Por su parte, Laura Prieto, investigadora del Grupo Oceanografía
de Ecosistemas del departamento de Ecología y Gestión Costera del
Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía del CSIC, señala en
declaraciones a Europa Press que el cambio climático lleva consigo una
serie de efectos en los ecosistemas marinos, pero "no se puede
generalizar cómo incide en las medusas porque es un grupo de organismos
muy variado".
No hay comentarios:
Publicar un comentario