El tratamiento de la basura en Galicia vuelve a la contienda
electoral del 21-O por la confrontación de los modelos de gestión de
residuos que abanderan PP y PSOE. El alcalde socialista de Cerceda (A
Coruña), José García Liñares, confirmó ayer, sin embargo, haber
alcanzado “tras meses de negociación, un acuerdo” con la Xunta para
albergar en el complejo de Sogama una segunda incineradora.
Es la que estaba inicialmente proyectada, con gran oposición vecinal y
política, para el municipio ourensano de O Irixo, según el plan de
residuos de 2011 del conselleiro Agustín Hernández. Pero la solución
pactada por Liñares y la Xunta del PP en vísperas electorales y con
horizonte en el año 2018, según el regidor, cuenta con el frontal
rechazo del PSdeG-PSOE para “no repetir el modelo fracasado de
incineración de Sogama”. “Hay que cambiarlo porque ni cumple con las
directrices comunitarias, ni con el sentido común, el futuro de Galicia
no pasa por seguir quemando la basura”, apunta la portavoz socialista de
medio ambiente, Carmen Gallego. Pese a confirmarlo el alcalde, la
cúpula socialista no da credibilidad al anuncio del conselleiro
Hernández de renunciar a construir en O Irixo la segunda incineradora de
Galicia. “Lo dice ahora por razones electorales, por las protestas en
las comarcas de O Carballiño y Deza, con alcaldes del PP”, interpreta
Gallego.
Gallego recuerda que el modelo socialista pasa por reducir al minímo
la incineración de residuos, con una gestión pública que potencie al
máximo la reducción en origen de la basura y su reciclaje, y por
complementar los modelos existentes, la actual planta de Sogama con las
de compostaje de Lousame y Nostián, en A Coruña. “La de Cerceda debe
seguir siendo la única incineradora de Galicia, y solo para quemar los
rechazos”, es decir, todo lo que no se pueda reducir, reciclar o
convertir en compost. “Y la capacidad actual de Sogama, sin ampliación,
es suficiente para eso”, apostilla. Todo lo contrario de lo que sostiene
su compañero, el alcalde de Cerceda. Y ello, a pesar del programa
electoral de su partido, que promete, si gana las elecciones del 21-O,
echar abajo el plan de residuos de la actual Xunta para retomar el que
elaboró el bipartito PSOE-BNG cuando era conselleiro de Medio Ambiente
Pachi Vázquez.
García Liñares defiende su acuerdo para construir en Cerceda una
segunda macroincineradora como la mejor solución para un problema
“urgente”, la saturación de Sogama casi desde su creación, hace 25 años.
“Hay que hacerlo, da igual que se llame ampliación de la que hay o
construir una nueva al lado”, insiste el regidor. Y advierte: “Que a
nadie se le ocurra cambiar nada tras las elecciones, ya perdimos mucho
tiempo. Hubo dos Gobiernos consecutivos, con dos planes diferentes de
residuos, y la falta de capacidad para tratar la basura que se genera en
Galicia sigue sin resolverse”, destaca el alcalde.
Para García Liñares, que siempre defendió “la convivencia pacífica”
de Cerceda con Sogama, lo más sensato es iniciar ya los largos trámites,
incluido el cambio del último plan de residuos de la Xunta que preveía
ubicar una segunda planta en el sur de Galicia. El regidor calcula que
podría estar lista en 2018. El enorme vertedero de Sogama, ahora en
ampliación, “llegará perfectamente” hasta entonces para enterrar la
basura que no se pueda quemar en la actual y saturada incineradora. Un
complejo de tratamiento de basuras que, una vez dotado de una segunda
planta, “no generará más problemas que los que ya genera a Cerceda”,
dice su alcalde. Empleos y píngües beneficios para las arcas
municipales, además de compensaciones en inversiones de la Xunta “aún
por concretar”, siempre inclinaron la balanza de Cerceda y su regidor en
favor de la incineración de la basura.
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