miércoles, 26 de septiembre de 2012

Los ríos y lagos de Camboya ocultan un peligroso arsenal bélico

Los ríos y lagos de Camboya ocultan un número indeterminado de las bombas que Estados Unidos arrojó en el país y de las minas antipersonales que se usaron en las contiendas posteriores, para peligro de los pescadores y la población local. 

El Gobierno camboyano planea iniciar las operaciones de limpieza y desactivación de explosivos en los afluentes del país el mes próximo, coincidiendo con el final de la estación lluviosa, una tarea que ha sido probada en dos ocasiones anteriores.
"Según los datos del ejército de EEUU, casi 3 millones de bombas cayeron en Camboya entre 1970 y 1975. Además, entre 4 y 6 millones de minas fueron colocadas entre 1970 y 1998. No obstante, se desconoce cuántos de estos artefactos se encuentran en los ríos o lagos del país", afirma a Efe Khun Ratana, portavoz del Centro de Acción contra las Minas en Camboya (CMAC, en inglés).
Artefactos explosivos y municiones que se hundieron con los barcos se cobran la vida de pescadores desde hace décadas y obstruyen proyectos de desarrollo.
El pasado agosto, las obras de cimentación de un puente en la provincia de Kandal, desde donde el río Mekong pasa a Vietnam, se tuvo que paralizar tras la explosión de una bomba enterrada en el lecho fluvial.
"Con una economía en crecimiento, crece la demanda de nuevas carreteras y puentes. Además, proliferan las grandes construcciones, el uso de la tierra para agricultura y los nuevos asentamientos para desplazados", apunta Ratana vía correo electrónico.
En marzo de 2011, se llevo a cabo la primera misión submarina en el río Tonle Sap, en la provincia de Kampong Chhnang, donde se probaron los equipamientos de buceo y los sistemas de detección durante la localización y recogida de 940 artefactos sin detonar entre cohetes, morteros y artillería pesada.
Una segunda operación se llevó a cabo a finales de mayo del 2011 en el Mekong, entre las provincias de Kandal y Prey Veng, con el objeto de ensayar y verificar el funcionamiento de los sistemas prototipo, y que permitió desenterrar más de 3.000 explosivos.
"Durante estas dos operaciones, el CMAC adquirió un importante conocimiento en las operaciones acuáticas para futuras inmersiones. Entre ambos operativos se recuperaron cerca de 13 toneladas de material sin detonar", indica el portavoz del centro camboyano de desactivación de minas.
Según el Centro de Acción, los ríos que creen guardan mayor número de desechos bélicos son el Mekong, el principal del Camboya, y los que recorren la parte oriental del país, fronteriza con Laos y Vietnam.
Unos cuarenta miembros de esta organización han recibido formación en la exploración de los cauces fluviales en busca de munición sin detonar con técnicas que combinan habilidades de buceo y la tecnología sonar.
"La desactivación de minas bajo el agua es mucho más difícil y tiene un mayor costo que en la superficie", indica Ratana, cuyo organismo cuenta con un presupuesto anual que ronda los 10 millones de dólares, procedentes de donaciones, para las operaciones de desactivación.
Además de la amenaza explosiva en el agua, Camboya afronta en el oeste, que hace frontera con Tailandia, el problema de las minas terrestres que amenazan a gran parte de la población local.
"Muchos granjeros mueren por las minas enterradas, la mayoría de ellas anticarro, que estallan al paso de los tractores", explica Ratana.
Según datos del Centro de Acción, el número víctimas mortales a causa de las explosiones de minas y otros artefactos ha descendido de las 2.150 que se registraron en 1998 hasta las 211 del año pasado.
El programa de Educación ante el Riesgo de Minas, auspiciado por esta organización, forma a las autoridades locales sobre cómo actuar con estos artefactos y proporciona información a los niños y a la población local sobre los peligros que conllevan los explosivos. EFE

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