La Generalitat admite que la planta de basura de Alicante, ubicada en
la partida de Fontcalent y que explota la firma Inusa, participada por
el empresario Enrique Ortiz, ha incumplido el control de los residuos de
lixiviados (líquido contaminante producido por la descomposición de la
materia orgánica presente en las basuras).
De acuerdo con la normativa vigente, las balsas donde se vierten
estos líquidos contaminantes no deben superar el 50% de su capacidad,
extremo que no se respetaba en ninguna de las dos de la planta de
Fontcalent el pasado mes de junio.
Esta irregularidad que pone en riesgo el entorno, especialmente la
red de acuíferos subterráneos, fue denunciada en junio por el grupo
Ecologistas en Acción del País Valenciano y un grupo de colectivos
cívicos y ciudadanos ante la dirección general de Calidad Ambiental.
En su respuesta, el director general de este departamento, Vicente
Tejedo, asegura: “En fecha 26 de junio de 2012 el técnico de inspección
medioambiental de la esta consejería realizó una visita a las
instalaciones de Inusa en la partida de Fontcalent comprobando que la
cantidad de lixiviados en las dos balsas existentes supera, en cada una
de ellas, el 50% de su capacidad formulándose requerimiento tanto de
esta consejería como de la Confederación Hidrográfica del Júcar”.
Los promotores de la campaña aseguran que ya han recogido 2.5000 adhesiones de otros tantos ciudadanos a su pretensión
En la misma respuesta, el director general señala que el pasado
agosto la mercantil que explota las instalaciones “ha justificado el
cumplimiento de los condicionantes de la Autorización Ambiental
Integrada, mediante la habilitación de una nueva balsa de lixiviados y
la acreditación de la entrega de parte de los residuos a una estación
depuradora de aguas”.
Tras la corrección de esta deficiencia, que según los denunciantes ha
sido una constante en los últimos años la consejería ha declinado
sancionar a la empresa.
Los ecologistas y los colectivos cívicos no sólo mantenían en su
denuncia que las balsas de lixiviados de la planta de Fontcalent superan
el 50% de su capacidad, si no, como demostraron con pruebas
fotográficas, en algunas ocasiones “estaban casi completamente llenas”.
Esta falta de control en el vertido de los lixiviados, el escaso
índice del tratamiento de la basura que llega a la instalación y la
recién decisión del Gobierno local del PP de abrir la instalación a
basuras de otros municipios, ha intensificado las protestas de los
vecinos de la partidas rurales de Alicante colindantes con Fontcalent.
Los vecinos denuncian que la llegada de más basuras a la instalación ha
incrementado este verano los malos olores en la zona.
Estos grupos, con el apoyo de Ecologistas en Acción del País
Valenciano, se han aglutinado en la Coordinadora y Colectivos de las
Partidas Rurales de Alicante y han comenzado una campaña de recogida de
firmas para instar al Ayuntamiento a que obligue a la empresa a cumplir
la normativa y sobre todo para expresar su rechazo a la llegada de
basura ajena.
En la mañana de ayer una representación de la coordinadora recogía
firmas en la Explanada de Alicante, bajo una pancarta con un contundente
lema: Basta ya de malos olores y basuras ajenas.
La coordinadora tiene previsto trasladar esta firmas al Comité de
Peticiones del Parlamento Europeo, ya que la mercantil contó con fondos
europeos (17 millones) para poner en marcha la industria en 2005.
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