Robots capaces de realizar labores de rehabilitación, comunicación y hasta peluquería se dan cita en Tokio, donde una feria dedicada a estos dispositivos mecánicos muestra lo último de un sector que, pese a la crisis, mantiene su pujanza en Japón.
La Semana del Robot, un evento en el que participan más de 60
empresas, la mayoría niponas, evidencia que pese a la ralentización que
también afecta a la tercera economía mundial, la industria robótica se
mantiene como una de las grandes señas de identidad del país asiático.
Según
estimaciones oficiales, la producción de la industria robótica de Japón
podría alcanzar para el año 2020 cerca de 2,9 billones de yenes (unos
28.000 millones de euros), y para 2035 se prevé que se dispare a unos
9,7 billones de yenes (unos 94.000 millones de euros).
Avances tecnológicos
Esta expansión se sostendrá sobre avances tecnológicos como los que han permitido crear las manos robóticas de la empresa nipona THK, que a la Semana del Robot ha llevado una muestra de sus réplicas humanas capaces de emular a la perfección movimientos, agarrar objetos o pulsar botones.
Recientemente, THK colaboró con
la agencia espacial de Japón (JAXA) para llevar dos dedos robóticos al
llamado módulo "Kibo", un laboratorio de la Estación Espacial
Internacional donde ha implantado un sistema de dos dedos capaces de
mover objetos para hacer experimentos, explicó a Efe un portavoz de la
compañía.
Para quienes no puedan leer una pantalla de ordenador
por falta de vista o de tiempo, la compañía Fujisoft ha dado vida a
"Palro", un pequeño robot-androide capaz de conectarse a internet y
recitar en voz alta las novedades del portal de noticias Yahoo.
De
momento "Palro" solo "lee" y "habla" japonés y se vende en su país
natal por unos 300.000 yenes (unos 3.000 euros), aunque Fujisoft no
descarta llevarlo a otros mercados en un futuro.
Para el día a día
La feria tokiota también enseña dispositivos industriales que
colocan piezas más rápido y con más precisión que hace años, pero los
que más atención del público atraen son sin duda los dedicados a hacer
más fáciles tareas de la vida cotidiana.
Panasonic, por ejemplo,
ha desarrollado un nuevo sistema de lavado de cabello para ser utilizado
en las peluquerías: se trata de una especie de casco controlado por
ordenador que vierte agua, jabón, masajea, aclara e incluso seca el pelo
de los clientes.
"Todavía es un prototipo, pero lo pusimos a
prueba en una peluquería de Kansai (centro de Japón) y quienes lo
probaron dijeron que es muy confortable. Esperamos venderlo dentro de
unos años", aseguró a Efe uno de los responsables del proyecto.
Asistencia y rehabilitación
Como
en ocasiones anteriores, buena parte del espacio de la feria está
dedicado a los robots de asistencia y rehabilitación, un mercado
creciente en el envejecido Japón, donde hay más de 30 millones de
personas mayores de 65 años.
Solo el año pasado, el Ministerio de
Industria solicitó un presupuesto de 1.300 millones de yenes (más de 12
millones de euros) para el desarrollo de robots de asistencia, al tiempo
que pidió otros 2.450 millones de yenes (23 millones de euros) para
aquellos de uso médico y ecológico.
Consciente de las necesidades
del sector médico y de la tercera edad, la Universidad de Waseda, en
Tokio, ha creado a "Tocco", un robot-peluche con forma de oso panda
dedicado a asistir a quienes necesitan hacer ejercicios de locomoción o
rehabilitación.
Con tono autoritario, este panda conectado a una
cámara y a un ordenador analiza los movimientos locomotores del paciente
y le da órdenes como "subir más la pierna" o "pasar al siguiente
movimiento", a veces acompañadas de gestos elocuentes.
Sillas de
ruedas "todoterreno" más fáciles de manejar, robots fabricados con
módulos que pueden montarse a modo de "lego", dispositivos submarinos o
ingenios para tareas de rescate se exhiben también estos días en Tokio,
en una corta "Semana del Robot" que permanecerá abierta tan solo hasta
este viernes. EFEverde
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