El Ministerio de Medio ambiente ha anunciado que está a punto de
alcanzar el objetivo de emisiones de CO2 que el Protocolo de Kioto
marcaba para España gracias a una compra de derechos de emisión en
Polonia. El acuerdo, del que el ministerio no da las cifras por ser
“confidenciales”, supone la compra de las casi 100 millones de toneladas
que España tenía pendiente por unos 40 millones de euros (la compra
está por debajo de un euro la tonelada). La caída del precio del CO2 en
los mercados internacionales permite así cumplir Kioto por mucho menos
de lo previsto. España había gastado hasta ahora 770 millones de euros en compras de derechos en el exterior y en abril calculaba que necesitaría 500 millones más.
El secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos, ha
destacado que la compra es “12 veces mejor que el mejor de los acuerdos”
de la época socialista. El mercado europeo de CO2, diseñado para que la
tonelada rondara los 20 euros, se ha hundido debido a que la UE asignó
demasiados derechos a la industria y no previo la caída de la actividad
económica por la crisis. El certificado de reducción de una tonelada
cuesta ahora 7,5.
Sin embargo, España ha acudido a un controvertido tipo de emisiones,
el llamado aire caliente o AAU, las reducciones de emisiones virtuales
que consiguieron al cerrar las viejas fábricas comunistas. Según el
acuerdo, Polonia debe destinar el dinero a proyectos verdes, como
renovación de flotas y de alumbrado público, con la aspiración de que
participen empresas españolas. Durante el Gobierno del PSOE ya hubo acuerdos con países del Este, aunque compraba en 2009 a una media de 7,8 euros por tonelada.
La dura negociación con Polonia permite al Ejecutivo cumplir Kioto
con mucho menos presupuesto del inicialmente estimado. A principios de
año, el ministerio de Medio Ambiente calculaba que necesitaría 500
millones de euros más a compras en el exterior, un sistema criticado por
el Gobierno del PP, que quería conseguir reducciones en el mercado
interior. “La compra de derechos no es la política que más nos gusta”,
ha admitido Ramos. el Ejecutivo sí que estaba comprometido a cumplir
Kioto por ser un compromiso internacional adquirido por España.
El bajo precio del mercado ha animado a España a culminar ahora la
compra. Aunque tenía de plazo hasta final de 2014, la UE había advertido
a España de que podía dejar en mal lugar al continente si a final de
año no cumplía. Ahora, según Medio Ambiente, está muy cerca del objetivo
que la UE asignó a España en Kioto: emitir en el periodo 2008-2012 un
15% más que en 1990, lago a lo que ha ayudado la crisis (que ha rebajado
las emisiones de la industria y el consumo de carburantes) y el bajo
precio del mercado internacional.
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