De este modo, en la jornada han destacado que la puesta en marcha de Riotinto supondrá "la rehabilitación ambiental de más de mil hectáreas de uso minero".
ECOticias.
EMED Tartessus, empresa minera propietaria del proyecto de cobre de Riotinto,
ha participado en la Jornada 'Nuevos retos y proyectos para una minería
sostenible en España', organizada por la Confederación Nacional de
Empresarios de la Minería y la Metalurgia (Confedem), que se ha
celebrado este martes en Madrid.
De este modo, en la jornada han destacado que la puesta en marcha de Riotinto supondrá "la rehabilitación ambiental de más de mil hectáreas de uso minero".
Así lo ha manifestado el director de EMED Tartessus,
William Enrico en las jornadas, evento que ha contado con la presencia
del ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria López, y
del director general de Política Energética y Minas, Jaime Suárez
Pérez-Lucas, y hacongregado a representantes de algunos de los más
importantes proyectos de minería que se están desarrollando en España.
William Enrico, director general de EMED Tartessus,
ha abordado el reto de la sostenibilidad económica, situando el
proyecto dentro del contexto internacional de la demanda de cobre, donde
este recurso "estratégico" es cada vez más demandado y escaso.
En el caso de España, cerca del 60 por ciento del cobre es
importado, de ahí la relevancia de desarrollar proyectos mineros
sostenibles que garanticen el suministro de materias primas esenciales
para la evolución tecnológica, reduciendo el riesgo que supone la
dependencia de terceros países.
En su exposición, Enrico ha desgranado las claves del proyecto de
reapertura de la mina onubense, cuyo principal reto es "convertir Riotinto en una mina del siglo XXI, tanto en minería y en el proceso metalúrgico como en el aspecto social y medioambiental".
DATOS DEL PROYECTO
El proyecto minero de Riotinto tiene una vida
estimada de 14 años, durante los cuales se contempla la extracción de
123 millones de toneladas de cobre y su posterior tratamiento en la
planta de producción de concentrado de cobre, que tiene capacidad para
procesar 9 millones de toneladas anuales. Sin embargo, se ha
identificado unos recursos de 205 millones de toneladas de cobre, por lo
que la vida del proyecto podría incrementarse "considerablemente"
mediante la conversión de la totalidad de los recursos identificados en
reservas.
La inversión del proyecto asciende a 243 millones de euros, de los
cuales ya se han invertido o comprometido 75 millones, que, junto a los
gastos de ocho millones de euros mensuales que generará la actividad
minera, supondrá un flujo económico superior a los 1.600 millones de
euros en los primeros 14 años, y que en su práctica totalidad quedarán
en el entorno de la mina.
Además, supondrá la creación de "1.200 empleos directos durante la fase de construcción y 400 empleos directos fijos durante la explotación",
aunque esta cifra asciende hasta los 1.200 puestos de trabajo,
aproximadamente, durante la vida de la mina, al considerar también los
empleos indirectos e inducidos, contribuyendo así a reactivar y crear el
tejido económico de la zona.
Por otro lado, y en cuanto a la sostenibilidad medioambiental del proyecto, en una zona "altamente degradada" por la actividad minera del pasado, el "ambicioso" plan de gestión ambiental y restauración del proyecto supone "la oportunidad de revertir y mejorar la situación actual".
"Posiblemente, lo más destacable del proyecto sea la
rehabilitación post-clausura de importantes instalaciones de
almacenamiento de residuos mineros como son las escombreras y las
presas, lo que supondrá la restauración de cerca de 1.000 hectáreas", ha
remarcado.
SECTOR "ESTRATÉGICO"
Por último, tras mostrar su confianza en que el proyecto arranque
en el primer trimestre de 2013, el director general de EMED Tartessus
ha manifestado que el mismo cuenta con todos los elementos necesarios
para constituirse como un referente de la minería sostenible.
Por su parte el ministro de Industria, José Manuel Soria, ha
destacado la capacidad del sector minero para generar actividad
económica, aportando 3.500 millones al PIB nacional, y empleos, con
38.000 personas trabajando en las explotaciones españolas.
Según ha apuntado el ministro se trata de un sector "estratégico" porque tiene una gran capacidad exportadora, impactando "muy positivamente"
en la balanza de pagos del país, y asegura recursos naturales para la
industria transformadora. Por todo ello el ministro ha apostado por "flexibilizar los marcos regulatorios y crear una Comisión de la Minería para atender las demandas del sector".
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