Durante las
últimas semanas, miembros de ANSE y personal del Centro de Recuperación
de Fauna Silvestre de la Comunidad Autónoma han procedido a la
liberación de una treintena de rapaces de tres especies características
de las zonas agrícolas
ECOticias.
La Asociación de Naturalistas del Sureste
(ANSE), con la colaboración del Centro de Recuperación de Fauna
Silvestre de El Valle, libera una decena de búhos chicos, además de
mochuelos y cernícalos en fincas agrícolas del Campo de Cartagena y
Bullas.
Durante las últimas semanas, miembros de ANSE y personal del Centro
de Recuperación de Fauna Silvestre de la Comunidad Autónoma han
procedido a la liberación de una treintena de rapaces de tres especies
características de las zonas agrícolas: búho chico, mochuelo europeo y
cernícalo vulgar, que habían sido recuperadas en las instalaciones del
Centro en el Parque Regional de El Valle (Murcia).
Las fincas donde se han realizado las sueltas se encuentran en las
diputaciones de Perín y El Algar, en el Campo de Cartagena, y junto a la
Sierra de Lavia, en Bullas, y los agricultores han participando en los
cursos de formación del proyecto Empleaverde, desarrollado por ANSE con
el apoyo de la Fundación Biodiversidad.
ANSE quiere lograr con esta y otras medidas la colaboración de los
agricultores y propietarios de fincas agrícolas para que respeten y
protejan a las pequeñas rapaces, que constituyen los mejores aliados en
el control de muchas especies perjudiciales para los cultivos, y un
síntoma de buena salud de sus campos.
Ahora que algunas especies recuperan territorios en los que antes
fueron comunes, como ocurre con el búho chico en el Campo de Cartagena,
es bueno que todos conozcamos de su existencia junto a nosotros, y
hagamos lo posible para evitar las acciones que pueden eliminarlas
nuevamente. Si se practica de forma adecuada, la agricultura intensiva
puede ser compatible con la conservación de muchos valores naturales, la
flora y la fauna silvestres, y seguir generando alimentos de calidad y
economía sostenible durante muchas generaciones.
El proyecto Agricultores y Biodiversidad se enmarca en el Programa
Empleaverde de la Fundación Biodiversidad, cofinanciado por el Fondo
Social Europeo. Todas las actividades realizadas en este proyecto son
acciones gratuitas cofinanciadas por el FSE, y están dirigidas
principalmente a trabajadores autónomos y de pequeñas y medianas
empresas del sector agrícola.
El proyecto plantea la gestión y recuperación de la biodiversidad
como fuente de innovación en las explotaciones agrícolas, cumpliendo con
los requerimientos de las políticas comunitarias y mejorando la
competitividad de la producción. Se pretende conseguir un cambio de
percepción de la naturaleza que rodea las explotaciones, convirtiéndola
en un aliado del agricultor, y que este adquiera los conocimientos
necesarios para conservar esta biodiversidad y beneficiarse de ella.
Para ello, a lo largo de un año se realizan diversas actividades
orientadas a la mejora ambiental de las explotaciones a través de la
integración de la diversidad biológica, mediante la divulgación, la
formación y el asesoramiento de trabajadores de explotaciones agrícolas
en distintos municipios de la Región de Murcia y el sur de Alicante.
El búho chico aumenta sus poblaciones en el Campo de Cartagena.
El búho chico aumenta sus poblaciones en el Campo de Cartagena.
El búho chico constituye un buen ejemplo de la contribución que las rapaces nocturnas juegan en el control de fauna perjudicial para la agricultura. Hasta hace pocas décadas era una de las especies de aves rapaces más escasas en la extensa planicie agrícola del Campo de Cartagena. Sin embargo, desde hace aproximadamente unos 15 años, diversos naturalistas han venido comprobando la aparición de parejas reproductoras de la especie, primero en las zonas arboladas y de monte bajo de las montañas que separan el Campo de Cartagena de la Vega del Segura, y más recientemente en diversos puntos del entorno del Mar Menor y Sur del Campo de Cartagena. Tan solo este año se han podido localizar una veintena de parejas reproductoras en zonas agrícolas principalmente.
Los trabajos desarrollados por ANSE, y por el biólogo Mario León, especialista en rapaces nocturnas, muestran que los agricultores cuentan en el búho chico con un aliado incomparable en el control de determinadas especies animales que pueden ser perjudiciales a la agricultura. El análisis del contenido de egagrópilas (bolas regurgitadas con restos de las presas: huesos, plumas y pelo) encontradas en dormideros de búho chico del Campo de Cartagena demuestran el elevado consumo de pequeños roedores como los topillos y ratones, que ocasionalmente pueden ser perjudiciales para la agricultura, además de pequeñas aves entre las que destaca el gorrión común.
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