miércoles, 25 de julio de 2012

Los trabajos en Fukushima-1 favorecieron la fuga radiactiva

Un equipo de investigadores de la Agencia de Energía Atómica y de la Universidad de Tokio, entre otros, ha realizado un estudio para determinar las causas de la fuga radiactiva de Fukushima-1, según informa la cadena NHK.
 ECOticias.
Un grupo de expertos ha determinado que los trabajos de los operarios para reducir la presión sobre el núcleo de los reactores de la central nuclear de Fukushima-1 favoreció la fuga radiactiva que afectó a la prefectura nipona.
   Un equipo de investigadores de la Agencia de Energía Atómica y de la Universidad de Tokio, entre otros, ha realizado un estudio para determinar las causas de la fuga radiactiva de Fukushima-1, según informa la cadena NHK.
   Con este objetivo, han analizado los niveles de radiación y han descubierto que en la noche del 14 de marzo, diez kilómetros al sur de la central nuclear, los índices eran tres veces superiores a los registrados hasta el momento y que el aumento se produjo una hora después de que los operarios liberaran el vapor del reactor dos para reducir la presión sobre su núcleo.
   No obstante, se cree que para entonces ya se había fundido el núcleo del reactor dos, ya que liberó entre 10 y 20 veces más partículas radiactivas que los otros cinco reactores de Fukushima-1, debido, sobre todo, a las explosiones que sufrió por la acumulación de hidrógeno.
   Así, los expertos señalan que los trabajados de los operarios, aunque bien intencionados, porque querían evitar una fusión del núcleo, liberaron una mayor cantidad de radiación al entorno que se registró al sur de la central nuclear a causa de las ráfagas de viento.
   Masamicho Chino, de la Agencia de Energía Atómica, ha advertido de que la fuga radiactiva es grave y ha instado a las autoridades japonesas a investigar el asunto en profundidad. La Compañía Eléctrica de Tokio (TEPCO), operadora de la central nuclear, ya ha anunciado que ahondará en las pesquisas.
   Entretanto, este martes se ha presentado un nuevo aparato de descontaminación, capaz de eliminar hasta 62 elementos radiactivos, incluidos el cobalto y el estroncio. El mecanismo consiste en depositar el material contaminado en un tanque de acero inoxidable con una resina que absorbe las partículas radiactivas.
   El aparato se pondrá en funcionamiento el próximo mes de septiembre en Fukushima-1, donde hasta ahora solo había un aparato capaz de eliminar las partículas de cesio radiactivo.
   Los operarios intentan descontaminar los recursos hídricos de la prefectura y evitar que propaguen la contaminación. Para ello, han utilizado la máquina útil para el cesio radiactivo y han acumulado el agua contaminada en almacenes.

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