La ruta de la Fundación Banesto comienza en el Valle de Antón, conocido con el nombre del “valle de la eterna primavera”.
ECOticias.
Especies endémicas, colinas volcánicas o reservas naturales y
marinas. La ruta del Pacífico Panameño es una oportunidad para acercarse
a la naturaleza más salvaje y, así, concienciarse de la importancia de
cuidar el medio ambiente. Además, los viajeros y viajeras podrán entrar
en contacto con comunidades indígenas de la zona, que ayudan a conservar
la tradición y la cultura panameñas.
La ruta de la Fundación Banesto comienza en el Valle de Antón,
conocido con el nombre del “valle de la eterna primavera”. Se eleva a
600 metros sobre el nivel del mar y algunos geólogos consideran que es
el cráter o la caldera de un volcán. Es posible encontrar especies
endémicas muy curiosas, como la rana dorada o el árbol cuadrado y cuenta con impresionantes caídas de agua. Los visitantes podrán visitar el mercado artesanal donde los habitantes de la zona venden vegetales, plantas o productos que ellos mismos fabrican como muebles o cerámicas.
El siguiente destino es Parita, donde las personas que realizan la ruta tendrán la oportunidad de conocer de primera mano la labor realizada por la Fundación del Distrito,
que celebra su día el 18 de agosto con un desfile cívico. En esta
localidad, también se visitarán dos talleres artesanales que permitirán
tener un conocimiento más profundo de la cultura y tradiciones
panameñas.
Otro de los destinos de la ruta es Pedasi, que en
los últimos años se ha convertido en un referente turístico del país
debido a su tranquilidad y sus playas. Los viajeros y viajeras podrán
alojarse en el Hostal Doña María, que trabaja para conseguir acuerdos para proteger los árboles de la zona. Además, colabora con los Amigos de Pedasi para distribuir en la comarca tanques de basura y limpiar las playas.
A continuación, el viaje se traslada a Isla Iguana.
Es una reserva natural que cuenta con un arrecife de coral de 16
hectáreas y en ella viven aproximadamente 542 especies de peces. En esta
isla, será posible practicar buceo y avistamiento de ballenas. Isla Cañas
es el sitio más importante de anidación de tortugas marinas en Panamá
donde los visitantes tendrán la oportunidad de observar el desove de las
tortugas.
Otra de las protagonistas de esta ruta es Isla Coiba.
Todas las personas interesadas podrán disfrutar de la fauna marina
haciendo snorkel. Allí, es posible encontrar delfines, pequeños
tiburones, mantas o peces globo. El Parque Nacional Coiba
está considerado como uno de los parques naturales marinos más grandes
del mundo y es una de las rutas naturales más importantes del país.
A continuación, los viajeros y viajeras se desplazarán a Cala Mia, donde tendrán la oportunidad de alojarse en el hotel
homónimo. Aquí, utilizan productos orgánicos producidos en la finca.
Además, este establecimiento promueve programas para ayudar a las
comunidades indígenas y poblaciones que cuentan con escasos recursos. En
Cerro Punta, se alojarán en Los Quetzales Eco-Lodge, que dedica parte de su actividad a la conservación medioambiental.
Otro de los puntos esenciales de la ruta es el Parque Nacional Volcán Barú, que se encuentra junto al Parque Internacional La Amistad. Será posible conocer a la Comunidad Ngobe,
que lucha por los diferentes problemas que sufre la población. Las
mujeres ngobe elaboran, entre su artesanía tradicional, elementos que
les sirven para sus vestimentas y para la venta.
La pequeña localidad de Boquete se encuentra situada
en la ladera del volcán. Esta zona es famosa por la producción de café.
Este sitio también es conocido porque permite realizar observación de
aves. Una de las más famosas es el Quetzal, el ave nacional de
Guatemala, que se ha extinguido prácticamente en la zona pero ha
encontrado refugio en esta área.
Los viajeros y viajeras se despedirán de Panamá alojándose en otros dos establecimientos ecológicos. La dueña del Hotel Panamonte Inn & Spa es una de las primeras empresarias del país. Este establecimiento realiza programas de apoyo a la comunidad local. Por último, Finca Lérida es un destino idóneo para avistar aves y para disfrutar y acercarse a la riqueza de la fauna y flora de la zona.
La ruta sugerida es:
Día 1. El Valle de Antón
Día 2. Parita y La Arena de Chitre
Día 3. Guararé y Pedasi
Día 4. Isla Iguana e Isla Cañas
Día 5. Santa Catalina
Día 6. Isla Coiba
Día 7. Cala Mía y Cerro Punta
Día 8. Boquete
Día 9. David
Día 10. Fin de la ruta
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