jueves, 26 de julio de 2012

La falta de sedimentos y el cambio climático amenazan el Delta del Ebro

Sandra Fatorić y Lorenzo Chelleri, científicos de la Universitat Autònoma de Barcelona han investigado la vulnerabilidad del Delta del Ebro a los cambios ambientales
 ECOticias.
Combinar el aporte de arena a las dunas y el transporte natural de sedimentos podría ser la mejor opción para la protección del delta

Según un estudio de la UAB para determinar los efectos del cambio climático en el Delta del Ebro, la reducción en el aporte de sedimentos del río ha sido hasta ahora el factor que más amenaza su integridad. Sin embargo, la subida del nivel del mar, prevista en los próximas décadas como uno de los efectos más importantes del cambio climático, tendrá serias implicaciones en términos de agricultura, recursos naturales, turismo e industria de la zona. Los investigadores plantean una combinación de aporte de arena a las dunas y de transporte natural de sedimentos como la mejor opción disponible para la protección del delta.
Sandra Fatorić y Lorenzo Chelleri, científicos de la Universitat Autònoma de Barcelona han investigado la vulnerabilidad del Delta del Ebro a los cambios ambientales, especialmente los relacionados con el cambio climático. Han identificado cuáles son las principales amenazas y han investigado cuáles son las posibles soluciones para adaptarse a las nuevas condiciones.
El medio ambiente y la población del Delta del Ebro se enfrentan a un futuro muy incierto. De hecho, es uno de los más importantes sistemas fluviales en el Mediterráneo, y como la mayoría de los deltas está sometido a una cantidad considerable de impactos humanos. Por lo tanto la integridad del territorio costero se encuentra en riesgo tanto por presión humana como por futuros efectos del cambio climático, los cuales son propensos a provocar una mayor degradación ambiental del patrimonio natural,  a un mayor riesgo de cohesión social, de bienestar, de calidad de vida, y de seguridad humana en el futuro.
Según el análisis de la UAB, la subida del nivel del mar, como uno de los efectos más importantes del cambio climático, tendrá serias implicaciones en términos de agricultura, recursos naturales, turismo e industria en el caso de Delta del Ebro, que ya se encuentra extremadamente vulnerable debido al bajo nivel de aportación de sedimentos. Éstos han sido drásticamente reducidos, principalmente debido a la regulación de los ríos, de manera que la línea costera se ha visto afectada y está cerca del actual nivel del mar. En consecuencia, el estudio muestra que la población puede experimentar inundaciones más frecuentes.
La subida del nivel del mar también provoca otros graves efectos como la intrusión de agua salada y la erosión de la línea costera, lo que puede conducir en el futuro a una mayor pérdida de la tierra habitable y cultivable, así como a producir daños en los ecosistemas.
El estudio muestra que, hasta ahora, la gestión de los recursos, principalmente el monocultivo del arroz y la construcción de presas, ha afectado mucho más la zona del delta que los factores hidro-climáticos. Estos factores están acelerando las tendencias actuales, como la erosión costera y la intrusión de agua salada, y pueden tener serias consecuencias para la agricultura, los recursos naturales y el turismo.
Mediante encuestas a la población local del Delta del Ebro más implicada en los procesos ambientales y económicos, los investigadores también han documentado la percepción y las opiniones de esta comunidad respecto a las posibles soluciones prácticas. Los entrevistados compartieron sus percepciones relacionadas con la actual situación en el Delta del Ebro, junto con sus visiones y las opciones de adaptación al cambio climático para el futuro.
De los resultados del estudio parece evidente que la mejor opción para proteger y adaptar el Delta del Ebro frente a los efectos del cambio climático sería la aportación de arena para la preservación de las dunas existentes y para la creación de nuevas dunas y humedales, la opción más respetuosa con la naturaleza. También existe una débil tendencia entre los entrevistados a favor de la construcción de diques subacuáticos que frenen la entrada de agua salada, o la opción de elevar el nivel de superficie del delta. De la investigación se evidencia una variación muy amplia de opiniones respecto a la construcción de barreras artificiales, en los últimos años la opción más discutida, y recomendada por el 29% de los entrevistados. La opción de abandonar la zona, también planteada por los especialistas,  no fue aceptada entre las personas entrevistadas en el estudio.
Basándose en los resultados de la investigación, los científicos de la UAB, Fatorić y Chelleri, plantean una combinación de aporte de arena a las dunas y de transporte natural de sedimentos como la mejor opción disponible para la protección del Delta del Ebro contra los efectos del cambio climático.

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