jueves, 6 de septiembre de 2012

Fomento comienza la extracción de combustible de un petrolero hundido en 1937

Salvamento Marítimo ha presentado la operación de extracción del crudo almacenado en el buque Woodford, petrolero hundido en el año 1937. EFELa secretaria General de Transportes, Carmen Librero, con el director de Salvamento Marítimo, Juan Luís Pedrosa. EFESalvamento Marítimo, dependiente del Ministerio de Fomento, ha comenzado a extraer el combustible del petrolero "Woodford", hundido en 1937 a más de 80 metros de profundidad en las costas de Castellón durante la Guerra Civil.
La secretaria general de Transportes, Carmen Librero; el director de Salvamento Marítimo, Juan Luis Pedrosa, y el director general de la Marina Mercante, Rafael Rodríguez Valero, se han reunido hoy con autoridades municipales y autonómicas, así como representantes del sector pesquero y turístico, para exponer el plan de actuación.
Es la primera vez que Salvamento Marítimo acomete una operación tan compleja contando con medidas técnicas tan avanzadas, una labor que han calificado de "compleja" y que podría durar entre 4 y 8 semanas, dependiendo de la cantidad de fuel que se encuentre en las cabinas del petrolero, aunque se estima que podría superar los mil metros cúbicos.
La voz de alarma la dieron hace tres años los pescadores que faenan en la zona, situada al norte de las islas Columbretes, al detectar "olor a petróleo", según ha confirmado hoy a los medios de comunicación el director de Salvamento Marítimo, Juan Luis Pedrosa.
Según la secretaria general de Transportes, Carmen Librero, la finalidad de esta operación es la protección del medio ambiente "eliminando la fuente de contaminación y el riesgo potencial".
El Woodford, construido en 1914 y hundido por un submarino italiano a 40 millas al noreste de Castellón y 15 millas al norte de Columbretes, se encuentra a unos 80 metros, una gran profundidad que dificulta de forma importante las operaciones submarinas.
Para la extracción del hidrocarburo, Salvamento Marítimo ha venido realizando diversas operaciones de vigilancia e inspección en la zona del hundimiento- tanto submarinas como en superficie - que han permitido constatar que el buque hundido era el origen de episodios periódicos de contaminación por vertido de hidrocarburo.
Mediante un vehículo de inspección submarina por control remoto, se constató que el producto era un fuel ligero fácilmente bombeable.
Finalmente, se determinó que la extracción del hidrocarburo solo sería posible con una campana seca de buceo en saturación que permitiera mantener turnos de trabajo de 8 horas a 80 metros de profundidad.
El buque "Clara Campoamor", con un total de 42 personas, lo que supone el embarque de 28 personas adicionales a su tripulación habitual, entre ellos 10 buceadores altamente cualificados y adiestrados, además de técnicos y personal de apoyo, participa en las labores de extracción del hidrocarburo.
Los buceadores se alojan permanentemente dentro del complejo de saturación, situado en la cubierta del "Clara Campoamor" y con capacidad para cuatro personas, donde pueden permanecer hasta 28 días, con una presión igual a la que hay a 80 metros de profundidad.
Para realizar las labores de inmersión, los buceadores acceden directamente a la campana seca, en turnos de 2 personas, desde el complejo de saturación, y a continuación dicha campana se sumerge en el agua. Ambos elementos están interconectados y en ellos se mantienen las mismas condiciones de presión que en la zona de inmersión.
Cada sesión de trabajo se prolonga durante 8 horas y a su finalización la campana se iza a bordo del buque y se vuelve a acoplar al complejo de saturación para permitir el consiguiente cambio de turno.

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