El primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault, ha anunciado un aumento de la fiscalidad ecológica
para situarla en la media de la Unión Europea, y ha asegurado que se
hará de forma que no penalice a las familias más modestas o a las
empresas.
"La fiscalidad ecológica con demasiada frecuencia se ha sentido
como una amenaza para el poder adquisitivo de las familias y para la
competitividad de las empresas", ha señalado Ayrault en el discurso de
cierre de la segunda jornada de la conferencia medioambiental de París
que debía fijar las prioridades del Gobierno.
Se ha mostrado
convencido de que se podrá establecer "una fiscalidad ecológica que sea
justa socialmente, que favorezca la innovación y el crecimiento
económico, que mejore la competitividad de las empresas".
Justificó
la subida impositiva en este terreno no por razones financieras sino
por las necesidades de la "transición energética".
También por el
hecho de que en 2010, con un 1,86 %, Francia era el penúltimo país de la
UE -sólo por delante de España- por su nivel de fiscalidad ecológica,
mientras la media comunitaria era del 2,37 %.
El objetivo es
acercar a Francia a la "media europea", ha avanzado antes de explicar
que en los presupuestos de 2013 que se presentarán en 15 días se
incluirá un incremento de la Tasa General sobre las Actividades
Contaminantes que gravarán los contaminantes atmosféricos.
Además,
a partir de 2014 se reducirán las exenciones fiscales de las que gozan
los biocarburantes y que desaparecerán definitivamente el 31 de
diciembre de 2015.
También aumentarán los gravámenes a la compra
de vehículos más contaminantes en términos de emisiones de dióxido de
carbono (CO2). En concreto, el umbral a partir del cual se pagan esas
penalizaciones bajará en cinco gramos de CO2 por kilómetro. EFEverde
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