Casi un tercio
de los habitantes de las ciudades europeas está expuesto a
concentraciones excesivas de partículas en suspensión en la atmósfera,
según un informe difundido hoy por la Agencia Europea de Medio Ambiente
(AEMA).
El estudio indica que muchas zonas de Europa sufren problemas
persistentes con el ozono troposférico y las concentraciones de
partículas al aire libre (PM), el contaminante atmosférico con más
riesgos para la salud en la Unión Europea (UE) al ser causa de muerte
prematura.
Así, el 21% de la población urbana soportó en 2010
niveles de concentración de PM 10 (es decir, con un tamaño inferior a 10
micras) superiores a los límites diarios fijados por la UE.
Ese porcentaje sube hasta el 30 % cuando se habla de concentración de PM 2,5.
Según
los niveles de referencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS),
más estrictos que los de la UE, hasta el 81 % de los habitantes de
ciudades estuvo expuesto a concentraciones superiores a los valores de
referencia de PM 10, un 95 % si se tienen en cuenta las PM 2,5.
En
el caso del ozono, que puede provocar problemas respiratorios y muerte
prematura, el 97 % de la población urbana se expuso a concentraciones
superiores al nivel fijado por la OMS en 2010, un 17 por ciento
considerando el valor objetivo que marca la UE.
En ese mismo año,
el 7 % de los europeos que viven en ciudades soportó niveles de dióxido
de nitrógeno, que causa la acidificación del agua, por encima de los
valores límites de la UE.
El informe apunta a que entre el 20 y el
29 % de la población urbana estuvo expuesta a concentraciones
superiores a los límites de la UE para el benzopireno, un carcinógeno.
Las
emisiones de dióxido de azufre se han reducido en cambio de forma
considerable, mientras que las concentraciones de monóxido de carbono,
benceno y metales pesados al aire libre son bajas, resaltó el estudio de
la AEMA, con sede en Copenhague.
"En muchos países, las
concentraciones de contaminantes atmosféricos aún son superiores a los
límites legales y recomendados establecidos para preservar la salud de
los ciudadanos europeos", señaló en un comunicado Jacqueline McGlade,
directora ejecutiva de la AEMA.
La contaminación atmosférica
reduce la esperanza de vida humana en unos dos años en las ciudades y
regiones más contaminadas, según McGlade. EFE
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