Con la llegada de las primeras lluvias de otoño la
campaña de alto riesgo de los incendios forestales llega a su fin en un
momento en el que los especialistas se preguntan qué hacer para evitar
otro año catastrófico en incendios como 2012, con un récord de 198.000
hectáreas quemadas.
La respuesta es sencilla, ejecutar una "economía de monte" que los
convierta en algo vivo y rentable, ha manifestado en una entrevista con
EFEVerde el decano del Colegio de Ingenieros de Montes, Carlos del
Álamo, para quien además es necesario profundizar en una investigación
policial adecuada ante cada incendio.
"Los bosques deben ser atractivos para los propietarios y
agricultores y generar empleo ya que un monte que genera rentabilidad no
arde", ha matizado el decano.
En esta línea, ha apostado por el aprovechamiento de la biomasa
forestal como fuente de energía renovable ya que supondría más
generación de empleo, reduciría la dependencia energética de
hidrocarburos y evitaría emisione
s de CO2 además de un ahorro económico
en combustible.
"Una buena gestión de la biomasa podría reducir el número de incendios".
En España, más del 50 % de la superficie es monte, por lo que, "nos
situamos ante la necesidad de eliminar riesgos y conseguir que los
bosques presten los servicios ambientales y económicos que aporten
beneficios a la sociedad", ha indicado.
Para el ingeniero, es necesario aprender de los errores del pasado y
mantener un "vínculo permanente" con el monte, clave para no estar
inmersos cada año en una batalla perdida.
La causa principal de la quema de un monte son los incendiarios, ha
explicado Del Álamo, pero la causa estructural es el abandono al que se
ven sometidos los montes: es aconsejable copiar de la gestión de muchas
comunidades autónomas en las que los montes no arden.
De esta manera ha detallado que montes de provincias como Soria,
Burgos, Segovia o Teruel no se queman porque los propietarios están
pendientes de ellos y organizan, entre otras actividades, guardias
diurnas y nocturnas que eviten cualquier tipo de incidencia que suponga
la quema.
Asimismo ha añadido que existe una "reiteración de incendios
forestales" en muchos municipios año tras año que llama la atención.
En Galicia el 70 % de los incendios se concentra en el 25 % del
territorio gallego, son las llamadas "zonas calientes" que casi siempre
arden, ha matizado Del Álamo, y este es un dato importante a tener en
cuenta.
Hasta el 30 de septiembre y según datos aportados por el Ministerio
de Medio Ambiente se han producido un total de 14.259 siniestros
repartidos entre 9.502 conatos de incendio forestales (extensión
inferior a 1 hectárea) y 4.757 incendios.
Además la superficie forestal quemada asciende a 198.446 hectáreas y
se han producido en total 37 Grandes Incendios Forestales (GIF),
aquellos en los que arden más de 500 hectáreas.
Por zonas, en el área del noroeste (Galicia, Asturias, Cantabria y
País Vasco y las provincias de León y Zamora) se han producido el 51,6 %
de los siniestros y en el área de las Comunidades interiores
(provincias del resto de Comunidades no costeras, excepto León y
Zamora), el 31,48 %.
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