La
mayor transformación del territorio español es mérito de los árabes que
entre los siglos VIII y XV se establecieron en la península y para
conjurar su desierto de origen dominaron el agua en acequias, albercas y
aljibes.
Esa es la propuesta del libro "El enigma del agua en Al Andalus" de Cherif Abderrahman Jah, presidente de la Fundación de Cultura Islámica, que promueve una gira de presentación de la obra por las principales capitales españolas.
Mudar
la árida tierra conquistada en un vergel y consolidar el jardín-huerto
son algunas de las señas de identidad de la cultura islámica en España,
explicó a EFEverde el autor, que reivindica la raíz árabe de políticas
de gestión de agua aún vigentes en instituciones como el Tribunal de las
Aguas de Valencia, el Consejo de Hombres Buenos y las comunidades de
regantes de Levante y Andalucía.
Para el mundo islámico, recuerda, el agua es un "bien divino", que representa la pureza y a la que se debe acceso equitativo.
Y
señala que es "sadaqa", una bendición, proveer agua a los demás y una
obligación asistir a los sedientos, sean humanos, animales o la misma
tierra.
En el Corán, apuntó, el agua es el principio de la vida y
se adelantan datos sobre su importancia que Occidente ha conocido hace
relativamente poco.
El estudio publicado reconoce que los
árabe-bereberes encontraron en la antigua Hispania el legado romano de
acueductos y puentes que aprovecharon y potenciaron con nuevas técnicas
de construcción de presas y artilugios de elevación hidráulica que
apuntan a la captación de agua e irrigación como su principal objetivo.
La
economía agrícola de policultivo que establecen los árabes en la
península ibérica es un legado que Abderrahman Jah rescata del pasado en
un libro de 228 páginas de tapa dura y gran formato, con más de setenta
fotografías originales de Inés Eléxpuru, que recorrió la geografía
española en busca de las últimas acequias, aceñas, norias, fuentes y
estanques de origen árabe.
"El enigma del agua" se ha presentado
en Madrid, Sevilla, Córdoba, Barcelona y Granada junto con un documento
audiovisual de 14 minutos, "Voces del agua", que recoge el testimonio de agricultores, estudiosos y técnicos sobre el rastro de la cultura árabe del agua en España.
El
documental propone recuperar el uso tradicional del agua en Al-Andalus
"como una alternativa a los problemas de su gestión en la actualidad".
Con
propósitos educativos, el trabajo exalta la tradición del regadío y los
"secretos" de cultivo y establece, a modo de dato representativo, que
el 30 por ciento de los vocablos heredados del árabe está vinculado al
agua.
Alberca, azud, noria, aljibe, albufera, alcantarilla,
aljofaina, alfaguara, aceña, alcorque, todos son vocablos árabes que se
incorporan al castellano con una función nueva.
Las "voces" del
documental siguen el rastro en la agricultura del conocimiento oral y la
importancia que otorga a la luna y su relación con el agua para
establecer los mejores días siembra y cosecha.
"Hay días 'flor' y
días 'fruto', según el calendario lunar, para recoger y sembrar, asegura
Eugenio Salguero, agricultor ecológico de Las Alpujarras, en Granada,
que a sus 81 años sigue las enseñanzas de sus mayores.
Marina
Martín, también granadina, apuesta por la economía marcada por las
estaciones y seguir las cosechas que da la tierra y el ciclo natural del
agua. "Hay que comer lo que da el campo", dice en alusión a los frutos
de temporada.
El sistema de acequias y azarbes, según Cristina
López García, ingeniero técnico agrícola del Centro de Desarrollo Rural
de Ricote, en Murcia, es la clave de la riqueza de la tierra en ese
valle murciano.
"La acequia saca el agua del río y el azarbe
recupera las escorrentías y devuelve el agua al río", explica la experta
sobre éste "método mágico inventado por los árabes" que garantizó la
producción agrícola sin arriesgar el recurso.
El sistema de riego
localizado que ahora se impone, añadió López García, "entuba" las
acequias, perturba el microclima que creaba el agua a su paso y
terminará por convertir la tierra en desierto.
Los testimonios son
"un libro sin tapas y sin tintas", aún vivo, sobre el conocimiento
heredado y colectivo por el que apuestan la Fundación de Cultura
Islámica y su programa MedOMed de
colaboración cultural mediterránea, auspiciado por la Secretaria de
Estado de Cultura del ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
La
última presentación del libro y del corto, que harán gira mediterránea
por los Institutos Cervantes, se celebró esta semana en Toledo, en
colaboración con la Real Fundación de esta ciudad, histórica capital de
tres culturas. EFE
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