Los
cangrejos que habitan las profundidades del mar pueden distinguir
colores, a pesar de vivir mil metros bajo la superficie, según un nuevo
estudio.
Expertos en Estados Unidos utilizaron un vehículo
submarino para explorar aguas profundas en la costa de las Bahamas y
detectaron la presencia de diminutas especies bioluminiscentes.
Los científicos creen que los cangrejos utilizan su visión para discernir estas posibles fuentes de alimento.
El
proyecto fue dirigido por Sonke Johnsen, de la Universidad Duke en
Carolina del Norte, y Tamara Frank, de la Universidad Nova Southeastern
en Florida.
Los investigadores también estudiaron cómo reaccionan
los crustáceos ante la luz y descubrieron una sensibilidad desconocida
hasta ahora al azul y al ultravioleta.
'Códigos de colores'
Es
bien conocida la presencia de especies bioluminiscentes en aguas más
superficiales, pero se han realizado pocos estudios en el lecho marino.
Debido a las dificultades de acceder a sitios a grandes profundidades, 'es muy, muy difícil obtener datos', dijo Johnsen.
Los
investigadores descendieron a profundidades de entre 600 y 1.000 metros
y observaron destellos luminiscentes en los sitios de contacto o
colisión del plancton con rocas o corales.
Sin embargo, Johnsen y
sus colegas constataron que solo el 20% de las especies recolectadas
emitían luz, un porcentaje considerablemente menor que el registrado en
aguas menos profundas.
Para estudiar cómo las especies marinas
perciben el color a pesar de la ausencia de luz solar, los científicos
recolectaron crustáceos utilizando el mecanismo de succión en un brazo
del vehículo.
De las ocho especies estudiadas todas eran sensibles a la luz azul y dos a la ultravioleta.
'Personalmente
pienso que es fascinante que haya animales que puedan percibir la luz
ultravioleta en uno de los sitios con menos luz ultravioleta del
planeta', dijo Johnsen.
Las especies que distinguen dos colores
podrían usar esta habilidad para diferenciar entre corales verdes
luminiscentes, que suelen ser tóxicos, y el plancton azul del que se
alimentan.
'La idea de que pueden distinguir su comida utilizando
códigos de colores es emocionante, pero aún es una hipótesis', señaló
Johnsen.
Mundo desconocido
La
expedición también buscaba determinar si algunas zonas del lecho marino
se encuentran cubiertas de materia descompuesta por bacterias
bioluminiscentes.
'Las corrientes eran demasiado fuertes, así que eso deberá quedar para futuras expediciones,' dijo Frank a la BBC.
'¿No
sería increíble que el fondo del océano estuviera cubierto por una
especie de alfombra de restos de organismos y materias fecales
luminiscentes?'.
Frank cree que la visión lenta de los cangrejos podría ser explicada por la presencia de esas 'parcelas luminosas'.
'Me
sorprendió la lentitud en los movimientos de los ojos de los isópodos.
Básicamente funcionan como una cámara durante una exposición tan
prologanda que cualquier movimiento se ve borroso'.
'Dado que los
crustáceos consumen organismos muertos en descomposición, tal vez esta
gran sensibilidad les permita detectar luces muy débiles'.
Johnsen señala que se requieren muchas más expediciones para explorar este mundo complejo.
'El
lecho marino ocupa tres cuartos de la Tierra y el agua constituye el
99% del entorno habitable de nuestro planeta. Sin embargo, sabemos menos
sobre estos ecosistemas que sobre la superficie lunar'.
'La gente solo protegerá lo que ama. Así que parte de nuestro trabajo es mostrarle ese mundo desconocido'.
BBC
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