Santiago Ramón
y Cajal no ha dejado de inspirar a las nuevas generaciones de
neurocientíficos, pero ahora su obra ha traspasado las fronteras de la
investigación y el genio navarro se ha convertido en "musa" de Rebecca
Kamen, una escultora estadounidense que dice unir en su obra arte y
ciencia.
Rebecca Kamen
tiene al Premio Nobel como su "musa" e "inspiración vital", convencida
de que tanto su arte como la ciencia de Ramón y Cajal buscan "hacer
visible lo invisible".
Así lo ha explicado Kamen a Efe en el Instituto Ramón y Cajal del CSIC, "un lugar mágico" donde hoy ha impartido un seminario sobre "Arte, ciencia y el proceso creativo".
Centro en Maryland
La
escultora ha venido a Madrid para empaparse del legado de Ramón y Cajal
y documentarse para su último encargo: adornar con sus obras de arte
las instalaciones de un nuevo y puntero centro de investigación en
neurociencia que se inaugurará en Maryland (EEUU) en 2014.
"Cajal
tuvo educación artística y creo que fue su habilidad para mirar como
artista lo que le permitió ver más información como científico, sentir e
interpretar lo que estaba detrás de las muestras que observaba", ha
asegurado la escultora.
El científico quería ser pintor, pero
acabó dedicándose a la fisiología y sus descripciones del sistema
nervioso supusieron un enorme avance hacia el conocimiento de la
estructura y función del cerebro.
Pero no echó a perder su talento
para la pintura y una parte importante -y más desconocida- del legado
de Ramón y Cajal son los extraordinarios dibujos fruto de sus
observaciones del cerebro.
Su pasión por el arte queda patente en
algunos de sus escritos: "el jardín de la neurología brinda al
investigador espectáculos cautivadores y emociones artísticas
incomparables", escribió.
Dibujos de Cajal
En
el instituto que lleva su nombre se guardan ilustraciones con los mapas
de las conexiones neuronales, las rutas que siguen los impulsos
nerviosos a través de las neuronas o las células piramidales de la
corteza cerebral.
"Sus bellos dibujos nos permitieron ver cosas en
un momento en el que no podíamos hacerlo. Es asombroso lo que era capaz
de ver cuando piensas en la óptica, en el instrumental que tenía", ha
comentado Kamen.
La escultora trabaja con los Institutos
Nacionales de Salud de Estados Unidos ayudando a los investigadores a
"expresar su trabajo con arte" como forma de divulgar la ciencia al gran
público.
"Tanto los grandes científicos como los grandes artistas
son muy intuitivos, tienen una idea y la persiguen aunque no conozcan
su significado completo", ha dicho Kamen.
Fascinada por "la
capacidad de Cajal para ver la verdad", se ha emocionado durante el
seminario y ha recordado que la primera vez que vio las células
piramidales descubiertas por el Premio Nobel pensó en "mariposas".
Poco
después, si bien al principio no lo sabía, descubrió que para Ramón y
Cajal esas células eran "las mariposas del alma". EFEfuturo
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