Hacia
la sobriedad feliz es el título del libro con el que el agricultor y
filósofo francés de origen argelino, Pierre Rahbi, presenta sus
reflexiones en España sobre como honrar la Tierra, proteger la
naturaleza y defender un mundo más sostenible.
Pionero de la agricultura ecológica y creador en los 60 de los
centros ecoagrícolas, Rabhi llega mañana a las librerías españolas de la
mano de la editorial Errata Naturae.
Ya en el prólogo, Rahbi,
nacido en 1938 el desierto argelino y emigrado a Francia en su juventud,
hace toda una declaración de intenciones al afirmar:"Existe una
certeza: los límites que impone por su propia constitución el planeta
Tierra hace irreal y absurdo el principio del crecimiento económico
infinito".
Creador del concepto "Oasis en todas partes" para
combatir la desertificación y adaptarse al cambio climático; relata en
este libro, mitad manifiesto, mitad ensayo y mitad autobiográfico, como
en un momento dado decide abandonar su trabajo de obrero especializado
en París, para buscar otro camino más pegado a la tierra y la ecología.
Con su opción se convertiría, junto a su mujer Michele, en precursor del movimiento neorrural de mayo del 68.
Pero
Rabhi no oculta las dificultades:"Esta elección de la simplicidad trajo
consigo obligaciones y complicaciones de todo tipo, a veces en el
límite de lo soportable".
También afirma que aunque condena de
forma inapelable cualquier forma de expoliación del hombre está obligado
a admitir que a pesar de que la huella ecológica que deja es muy
moderada, es un capitalista.
En esta obra de reflexiones y relatos
de su experiencia, Rabhi concluye que no basta con preguntarse que
planeta dejaremos a nuestros hijos, sino también qué hijos dejaremos a
nuestro planeta.
Y así frente a sus constataciones sobre los
plenos poderes del dinero, el "desastre" de la agricultura química o la
desconexión entre el hombre y la naturaleza, propone vivir y cuidar la
vida, encarnar la utopía, la agroecología y la sobriedad feliz.
Las
últimas paginas del libro explican cada unos de sus proyectos y sus
fines, como el movimiento "Llamada a la Insurrección de Conciencias",
creado en 2003 tras la precampaña presidencial de Rabhi; "Oasis en todos
lados", para responder a la desertificación; o "Tierra y humanismo",
para abogar como la agroecología como alternativa global.
Les
Amanins, un lugar provisto de 55 hectáreas, situado en Val de Drome
(Francia), y organizado en torno a una granja agroecológica, y el centro
Gorom-Gorom, en Burkina Faso, donde se enseña autonomía alimentaria,
son algunas de sus acciones más pegadas al terreno.EFE
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