Grupos conservacionistas criticaron hoy a la Unión Europea por impedir la adopción de medidas para mejorar la protección del oso polar, que sin embargo fue celebrada por los indígenas Inuit de Canadá, en la reunión que celebra en Bangkok la Convención sobre el Comercio Internacional de Fauna y Flora (CITES).
La población mundial del oso polar oscila entre los 20.000 y
25.000 ejemplares que viven en zonas marinas heladas de Canadá, Estados
Unidos, Rusia, Noruega y Groenlandia.
En opinión de los
representantes del Centro para la Diversidad Biológica, el Fondo
Internacional para el Bienestar Animal y la Sociedad Humanitaria
Internacional, tres de las organizaciones que más criticaron a la UE, el
bloque europeo causó "confusión" con una enmienda alternativa a la
propuesta que abogaba por prohibir la comercialización del oso polar.
Propuestas de EEUU y de la UE
Estados
Unidos propuso que el oso polar fuera retirado del llamado apéndice 2
de la CITES, que autoriza con restricciones el uso comercial, e incluido
en al apéndice 1, que prohíbe toda actividad comercial con las especies
que figuran en esta lista.
El comité de la CITES votó
mayoritariamente en contra de la propuesta estadounidense, que contaba
con el respaldo de Rusia, y se topaba con la oposición de Canadá, único
país que autoriza el comercio de pieles y otras partes de este
plantígrado.
El rechazo se produjo después de que tampoco
prosperara la enmienda europea -que proponía mantener el oso polar en el
apéndice 2 pero con restricciones adicionales- al obtener un apoyo
mayoritario pero insuficiente, por debajo de los dos tercios necesarios
para su aprobación.
"El resultado es que durante los próximos tres
años se cazarán centenares, miles de osos, poniendo en riesgo a muchas
de sus poblaciones, y esto será por culpa de la Unión Europea", dijo
tras la votación Teresa Telecky, representante de Humane Society International.
"Nos
consta que antes de la reunión la propuesta (de EEUU) tenía el apoyo
del 75 por ciento de los delegados. Lo único que ha cambiado desde
entonces es la enmienda presentada a última hora por la UE", añadió
Telecky.
La propuesta europea incluía la creación de cuotas para
cada subespecie de oso polar, la obligatoriedad de informar a CITES
sobre la población y políticas de conservación y la posibilidad de
controlar a estos mamíferos con microchips.
La delegación europea
la defendió como un intento de recabar un mayor respaldo para la defensa
del oso polar, después de que su inclusión al apéndice 1 ya fuera
rechazada en la anterior convención de Catar, en 2010.
"El
resultado de la votación demuestra que la nuestra era una buena
propuesta para lograr una mayor protección del oso polar que creemos
necesaria", opinó Feargal Ó Coigligh, jefe de la delegación irlandesa,
país que ocupa actualmente la presidencia de la UE.
Los Inuit de Canadá
La decisión de la CITES fue celebrada por la comunidad indígena
Inuit de Canadá, que practica la caza de osos polares para su
comercialización, y que se opuso al intento de prohibición por
considerarlo "un ataque directo al modelo de vida tradicional indígena".
"Somos
un modelo de conservación del oso, al que queremos preservar para
nuestras generaciones futuras", dijo Terry Audla, presidente de Inuit
Tapiriit Kanatami.
Audla calificó de "sostenible" la gestión que
su comunidad ha hecho en los últimos 40 años del oso polar, cuyas
poblaciones aseguró que han aumentado.
Telecky, en cambio, negó
que haya un incremento de las poblaciones de este animal y criticó al
Gobierno canadiense por defender su rechazo a la propuesta utilizando
los datos de la comunidad Inuit que considera "no científicos".
"Se
basan en un método tradicional ecológico, es decir, en la observación. Y
es verdad que ven más osos pero esto no significa que haya más sino que
los que quedan se concentran en menos zonas porque su hábitat
desaparece por el cambio climático", indicó Telecky.
WWF
No todos los conservacionistas apoyaron la inclusión del oso polar en el apéndice 1 y algunas como WWF
se mostraron contrarias a la propuesta al considerar que este animal no
reúne los requisitos por número de población, tamaño de hábitat y ritmo
de reducción de la población.
El analista en comercio de fauna de
WWF, Colman O Criodain, recordó además que la CITES regula el comercio
internacional y que el problema del oso polar es otro.
"Si el
comercio fuese la causa de la reducción de la población se podría
hablar. Pero aunque este comercio tenga alguna influencia, el problema
es la pérdida de su hábitat a causa del cambio climático", aseguró O
Criodain.
La del oso polar fue la primera votación de las 70
propuestas de modificación del grado de protección de especies de
animales y plantas que se debaten en la reunión de Bangkok.
Estas
votaciones deberán ser ratificadas por el plenario de la CITES en los
dos últimos días del encuentro que finalizará el 14 de marzo. EFEverde
No hay comentarios:
Publicar un comentario