Las gramíneas
son uno de los grupos más diversos, distribuidos en todo el planeta y
constituyen entre un 25% y un 40% de toda la biomasa del planeta.
ECOticias.
Un nuevo estudio anatómico y micromorfológico revela la
variación y distribución de gramíneas andinas en respuesta al
calentamiento global. El biólogo y doctor en botánica Diego Giraldo
Cañas lleva 17 años investigando gramíneas, principalmente andinas, una
de las plantas más comunes y con mayor distribución en el mundo.
Las gramíneas son uno de los grupos más diversos, distribuidos en
todo el planeta y constituyen entre un 25% y un 40% de toda la biomasa
del planeta. Además, tienen una particularidad bioquímica: son de las
pocas familias que tienen dos vías fotosintéticas (la C3 y la C4), que, a
la luz del calentamiento global, permiten entender su capacidad de
adaptación y distribución actual.
“Encontré, en la mayoría de los casos, que las gramíneas C4 tienen
estructuras anatómicas más grandes que las C3; y esto ocasiona que
tengan mayor resistencia a temperaturas altas, a radiación solar alta y a
la falta de agua”, asegura el docente de la UN.
La investigación
En estudios anteriores nunca se había abordado la cuestión de nuevas
distribuciones de la riqueza vegetal de gramíneas. Por esta razón, el
doctor Giraldo Cañas ha enfocado su investigación en indagar sobre los
posibles cambios o efectos del calentamiento global en este grupo de
plantas modelo, para así establecer cómo, en un contexto de gradiente
altitudinal, responden a condiciones de estrés ambiental o hídrico.
La búsqueda de la respuesta adaptativa y evolutiva de las gramíneas
para permanecer en sitios con determinadas condiciones ambientales,
obedece a un trabajo de muestreo en parcelas de 500 m2, en un intervalo
altitudinal desde Honda hasta La Olleta en el Nevado del Ruiz, es decir,
desde una altura de 300 m hasta casi 5000 m.
Con el fin de encontrar espectros ambientales de formaciones
vegetales que redujeran tiempos y costos de investigación, los sitios de
muestreo se ubicaron en intervalos de 500 m. En estos se examinó la
presencia, representatividad y expresión de bioformas de todas las
gramíneas de esos gradientes altitudinales.
Gramíneas y su respuesta al cambio climático
El incremento del calentamiento global en el siglo XX se ubica entre
los 0,6 ºC y 1 ºC. Pero los modelos actuales de aumento predicen que,
para el siglo XXI, se ubicaría entre los 3,6 ºC y 7,6 ºC, lo que supone
múltiples repercusiones en la ecología, la economía y las nuevas
distribuciones de patrones pluviométricos, entre otros.
Teniendo en cuenta el modelo de cambio climático y, con base en un
índice de expresión de la representatividad y la presencia de especies
de gramínea, Giraldo Cañas calculó el índice de distribución óptima de
estas plantas. El alto índice que presentan las gramíneas C4, en un
contexto de cambio climático global, le ha permitido concluir que estas
van a promover nuevas invasiones en gradientes altos. Por el contrario,
las C3 no lo harán, debido a que cuentan con un índice bajo, que explica
su restringida distribución y su adaptación exclusiva a condiciones
específicas en donde el cambio climático podría ocasionar su extinción.
Asimismo, las gramíneas C4 producen más biomasa en condiciones de
sequía que la C3. A esto se debe su adaptación, migración y colonización
de nuevos hábitats en un contexto de temperaturas más elevadas. “Con
base en este modelo, una de las interpretaciones biológicas a las que
llegué fue que muchas especies de gramíneas con alto índice van a hacer
nuevas migraciones altitudinales en respuesta al cambio climático, pero
que otras, con índice más bajo y con distribuciones muy estrechas,
podrían desaparecer”.
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