miércoles, 11 de julio de 2012

Las especies invasoras causan más daños ambientales que los incendios forestales


Millones de almejas asiáticas colman el cauce del río Ebro y desplazan a las especies autóctonas con resultados que "causan más daños ambientales que los incendios forestales", según ha afirmado Ismael Sanz, educador ambiental y coordinador del proyecto VoluntaRíos.




El Ebro alberga de manera autóctona cuatro tipos de almejas, llamadas náyades, y más reconocidas por una de ellas, la "Margaritifera auricularia", en peligro inminente de desaparición entre otros factores por la aparición de especies foráneas como la almeja asiática, ahora de relevancia, o el mejillón cebra, un viejo conocido.
La almeja asiática, descubierta por primera vez en el Ebro hace unos diez años, ha sufrido una "expansión brutal" que ha llevado a poder encontrar hasta "mil ejemplares por metro cuadrado frente a las 4.000 totales que se cuentan de 'margaritifera'", según Sanz, sobre todo en las zonas del río, el Canal Imperial y las acequias colindantes.
Ha explicado que la introducción de especies foráneas, como la almeja asiática, "está destruyendo no sólo las almejas, sino toda nuestra fauna autóctona" puesto que estas forasteras se colocan en los fondos del río (los del Ebro son perfectos para ellas) y, desde ahí, consumen la mayoría del alimento en suspensión y del oxígeno del agua.
Casi sin alimento y sin oxígeno, la vida es difícil para el resto de especies, ya sean peces u otros organismos, y las almejas autóctonas deben lidiar con la "gran capacidad reproductora de las asiáticas", cuyas larvas, además, no dependen de los peces para sobrevivir en los primeros momentos de vida.
La almeja asiática, un pequeño bivalvo de unos tres centímetros de longitud, se diferencia bastante de los 15 o 18 centímetros que alcanza la "Margaritifera", una especie cada vez más extraña en el cauce del Ebro cuyo problema fundamental es que no es posible "reproducirla en cautividad" y de forma natural "ya no cría", ha afirmado el experto.
"Durará hasta que dure y se extinguirá como otras muchas especies", ha afirmado Sanz, quien ha aseverado que "las especies invasoras causan más daños que los incendios forestales".
En este sentido, ha explicado que la almeja asiática tiene un efecto clarificador del agua y eso hace que la luz penetre mejor, lo que produce la expansión "alarmante" de mosca negra, con todas las infecciones que provocan sus mordiscos al ser humano.
Según Sanz, "es probable que venga de China, puesto que es de esa zona y allí la comen", aunque ha advertido de que su consumo procedente del Ebro no es recomendable puesto que "aunque la calidad del río va mejorando, todavía tiene suficiente carga contaminante".
La solución, según el experto, se basa en volver a recuperar la dinámica del río, las crecidas que arrastran esas especies foráneas, y que debido a la alta regulación no se están produciendo.
"Necesitamos cierta regulación pero necesitamos que el río siga vivo, y dejar que tenga crecidas, sean de forma natural o artificial mediante los pantanos", ha concluido. EFE

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