Por aguas del Mediterráneo, entre Murcia y Almería, Oscar Esparza, coordinador de Áreas Marinas Protegidas de WWF, ha defendido la importancia de que los ciudadanos conozcan los valores de su costa más próxima, su fragilidad, para que colaboren y ayuden en la defensa de su "tesoro marino".
WWF ha empezado esta semana en Cartagena (Murcia) una campaña
que recorrerá varios puertos de Almería, Granada y Alicante, a bordo de
un curioso catamarán, con un techo de placas solares que proveen de
energía a la embarcación.
Ley de Costas
En
una entrevista con Efeverde, Esparza, un joven biólogo marino, ha
mostrado la preocupación de la organización ambiental por el
anteproyecto de la Ley de Costas, que "en vez de proteger la costa
protege intereses privados en la costa" y por los peligros que acechan
al litoral.
También por las consecuencias del recorte de los
Presupuestos del Estado para Medio Ambiente, que "amenazan" 25 años de
protección, suponen la eliminación de los programas de investigación de
la costa y el mar así como de la vigilancia que se hacía en las zonas
protegidas.
Esto se traduce en convertir en "reservas de papel"
las actuales que han beneficiado tanto al ecosistema marino como a las
actividades económicas de sus poblaciones más próximas, señala a
Efeverde Esparza, que alerta del peligro de un aumento de la pesca
furtiva en esas aguas.
Contaminación y sobreexplotación de recursos
El responsable de WWF señala como peligro "más grave" del mar
la sobreexplotación de recursos. A más aumento de población, más demanda
de alimento, más residuos; y a eso se une que las constantes mejoras
técnicas de los barcos les permiten llegar más lejos y pescar a más
profundidad, con lo que cada vez se agotan más los recursos.
En
segundo lugar cita la contaminación, tanto desde tierra como desde el
mar; en tercero la destrucción de litoral con nuevos puertos deportivos,
nuevos diques, que alteran la franja costera.
Frente a Cartagena
el catamarán se "topa" con dos megabuques de transporte de gas en aguas
próximas al polígono químico de Escombreras, y Esparza recuerda la
introducción de especies "invasoras".
Estos barcos, procedentes de
todas partes del mundo, transportan además de mercancías, agua de otras
regiones - para diferentes usos de su tripulación y funcionamiento- que
puede acabar vertida al mar, y las anclas o las redes de pesca pueden
dejar vestigios de especies que dañan ese entorno.
A raíz de esos
vertidos "no controlados", recuerda el biólogo marino, se han
introducido en el Mediterráneo plagas como la del alga "caulerpa" que,
desde un vertido ocurrido en Mónaco en 1984, está amenazando el
Mediterráneo y luchando contra la posidonia y todo su ecosistema.
Propuestas: zonas protegidas
Desde WWF
se propone un conjunto de medidas, entre las que destaca el
establecimiento de zonas protegidas que permite cuidar y mejorar los
valores naturales así como regular los usos en la zona.
Esta
"científicamente demostrado" que tiene efectos beneficiosos para el
ecosistema, al tiempo que mejora la calidad de vida, el desarrollo
económico y social del entorno, a través de productos de ocio, de
turismo y de conocimiento e investigación.
WWF junto con más de 40
científicos de toda España ha propuesto la creación de 76 zonas
prioritarias de conservación y una veintena de "reservas marinas", como
se hizo en 2011 con El Cachucho, una montaña submarina del Cantábrico
frente a Asturias.
El objetivo es desarrollar modelos de
preservación entre las organizaciones ambientales, científicas,
administraciones y la sociedad más cercana, pescadores y usuarios, de la
zona para conservar ese medio marino. EFEverde
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