Los ganaderos que se dedican a la cría y el engorde del
cerdo ibérico han iniciado, con la llegada del otoño, la conocida
montanera, para que los cerdos coman la bellota de las dehesas, sobre
todo en la provincia de Salamanca.
La campaña se presenta muy buena, debido a que los árboles tienen mucha bellota.
Sin embargo, debido a la fuerte crisis que vive este sector, ante la
escasa demanda de jamones y los bajos precios a los que cotizan los
cerdos, los ganaderos han decidido, por lo general, reducir en una
tercera parte el número de cabezas a engordar.
Es el caso de José Martín, criador de cerdos ibéricos en el pueblo de
Espeja, un término donde los expertos consideran que están las mejores
bellotas de España.
Este ganadero engordará durante los próximos tres meses poco más de
un centenar de cerdos ibéricos de bellota, a pesar de que el año pasado
crió para su sacrificio más de trescientos.
Sin embargo, la rentabilidad está muy cuestionada, debido a que el
año pasado el precio de cotización estos cerdos apenas rozó los dos
euros por kilo, en animal vivo.
Los cerdos que salen a la montanera tienen, aproximadamente, un año y
en el primer mes del engorde comen, de media, tres o cuatro kilos de
pienso, ya que no hay mucha bellota caída.
El precio del pienso "se ha disparado en el último año y cuesta en torno a los 30 céntimos", ha explicado el ganadero de Espeja.
Esta apatía también se ve reflejada en la escasa demanda de las
subastas de las dehesas, que salen a concurso a finales de verano para
que ganaderos de fuera de la provincia de Salamanca puedan criar allí
sus animales.
Uno de los ejemplos lo encontramos en la dehesa municipal de
Bocacara, de algo más de trescientas hectáreas, por la que han llegado a
pagar para engordar cerdos durante tres meses en torno a los 40.000
euros y que ahora ha salido a subasta por 16.000 euros
Hasta el momento esta finca no ha tenido demanda y podría quedarse sin aprovechar, como ya ocurriera el año pasado.
La incertidumbre, al igual que la pasada campaña, es muy grande entre
ganaderos e industriales, que acumulan demasiada mercancía sin vender
en sus mataderos, sobre todo jamones, que en los últimos dos años han
reducido sus ventas.
Uno de los mejores ejemplos ha sido el caso de Embutidos Fermín, con
mataderos en las poblaciones salmantinas de Tamames y La Alberca y
primer exportador de jamón ibérico a EE.UU.
Sin embargo, la escasa demanda ha provocado que se haya paralizado la
actividad en el matadero de Tamames y se haya visto obligado a
practicar un Expediente de Regulación de Empleo en su plantilla.
Los ganaderos también se han mostrado muy preocupados en los últimos
días por la intención del sector de eliminar una de las tres categorías
del porcino ibérico, que está dividido en cebo (no ha comido bellota),
recebo (ha comido bellota y pienso) y bellota (ha comido, sobre todo,
bellota, durante la montanera).
Uno de los planteamientos es la eliminación de la categoría de
recebo, motivo de preocupación para los ganaderos salmantinos, que
consideran que el precio de sus cerdos bajará, ya que serán catalogados
como cebo, igual que se hubieran engordado de forma intensiva.
De momento, los ganaderos salmantinos están satisfechos con la
maduración de la bellota en esta campaña y ya esperan a que se caigan
las primeras, que, por lo general, son de roble, a las que le seguirán
las bellotas de encina y alcornoque.
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