domingo, 2 de septiembre de 2012

De una balsa de riego al campo



Hongo, un joven ejemplar de lince ibérico de año y medio, vuelve a correr por El Aljarafe sevillano desde este lunes. Tras permanecer cerca de un mes en el centro de cría en cautividad de El Acebuche, en Doñana, fue reintroducido de nuevo en la naturaleza por técnicos del programa de conservación.
La suelta, que se ha realizado en la zona de Aznalcázar, pone de manifiesto uno de los nuevos problemas que se están encontrando los responsables del proyecto Life de recuperación de este felino, liderado por la Junta de Andalucía: las balsas de riego en la que se han quedado atrapados varios ejemplares.
Hongo fue encontrado junto a su padre, Esencia, en una de esas balsas de riego semivacía en Aznalcázar. El ejemplar adulto pudo salir de la acequia gracias a la ayuda de los técnicos que acudieron en su auxilio. Pero el otro ejemplar “había perdido mucho peso y estaba débil”, según la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, por lo que fue trasladado al centro de El Acebuche para su recuperación.
El final de esta historia fue feliz porque el padre de Hongo llevaba instalado en el cuello un radiotransmisor, lo que permitió localizar a esta pareja de machos en el interior de la presa con vida.
No ocurrió lo mismo a mediados del mes pasado, cuando los técnicos lo que encontraron fue el cadáver de una hembra, Diana. Estaba atrapada en otra balsa de riego ubicada en el valle del Guadalmellato (Córdoba), una de las zonas de reintroducción del lince. La hembra había sido liberada en esta área a finales de 2010.
Juan Carlos Rubio, director del Espacio Natural de Doñana, una de las zonas en las que los linces viven en libertad, reconoce que las balsas se están convirtiendo en un “problema”. En el área de influencia de la población de Doñana ya se han encontrado con dos casos de animales atrapados. Los linces, explica Rubio, se introducen en ellas porque “en los taludes proliferan los conejos”, su principal alimento. El problema es que la configuración de las balsas les impide luego salir de las presas. “Son nuevos problemas de los que vamos aprendiendo”, añade Rubio.
El director del espacio de Doñana recuerda que, cuando comenzó a rodar el programa Life, se tuvo que realizar una labor de concienciación y sellado de los pozos de riego en el espacio natural para evitar muertes de linces.
La paulatina expansión del lince gracias al programa de conservación —que ahora persigue que se recupere la “distribución histórica” en la Península— acarrea nuevas amenazas que no existían cuando las poblaciones de lince eran más pequeñas. Un ejemplo es el vallado de las carreteras más conflictivas. En Doñana, prácticamente se ha completado ya el vallado de las dos principales vías —A-494 y A-483—, lo que ha reducido el número de atropellos considerablemente dentro del espacio protegido (dos muertes desde 2006). Pero, al aumentar la población y su área de expansión, se han producido accidentes en otras carreteras próximas.
WWF ha reclamado la creación de corredores ecológicos para conectar Doñana con Sierra Morena. En el plan de ordenación de la corona norte de Doñana, pendiente aún de ser aprobado por la Junta, se prevén tres de estos corredores.

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