De esta
manera, los investigadores aseguran que estos dos componentes "tienen
una implicación opuesta cuando se trata de salud cardiaca".
ECOticias.
El mercurio del pescado podría representar un factor de riesgo
para el infarto de miocardio, según ha evidenciado un estudio de la
Universidad de Umea (Suecia). Sin embargo, el mismo trabajo demuestra
que el omega3 presente en los peces tiene el efecto contrario.
De esta manera, los investigadores aseguran que estos dos
componentes "tienen una implicación opuesta cuando se trata de salud
cardiaca". Así, las personas con altos niveles de mercurio en el cuerpo
tienen un alto riesgo de sufrir un infarto, mientras que aquellos con
alta concentración de ácidos grasos omega3 "tienen pocas probabilidades"
de sufrir esta disfunción en el corazón, manifiestan.
Para llegar a estas evidencias, los expertos han estudiado a más
de 1.000 hombres de Suecia y Finlandia, a las que se les ha informado de
que el pescado es parte de una alimentación saludable, pero "se
desconoce cuál es el equilibrio entre los riesgos y los beneficios
potenciales de ambas sustancias", sostienen los especialistas.
Una de las investigadoras que ha participado en este trabajo es la
profesora de este centro universitario sueco, la doctora Maria
Wennberg, que señala que lo recomendable es consumir pescado "dos o tres
veces por semana con, por lo menos, una porción de pescado graso como
el salmón". Además, también aconseja una ración de peces predadores como
el tiburón, el pez espada o la caballa.
LOS NIÑOS Y LAS MUJERES JÓVENES NO DEBEN COMER PESCADOS PREDADORES
Sin embargo, éstos últimos están en la parte más alta de la cadena
de comida marina y, por lo tanto, "concentran mercurio del ambiente en
sus tejidos". Por ello, deben ser una excepción y no consumir este tipo
de pescados las mujeres en edad reproductiva y los niños, según expone
la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos.
Por otra parte, el profesor de la Facultad de Salud Pública de
Harvard (Estados Unidos), el doctor Dariush Mozaffarian, subraya que
existen otros factores de riesgo para en infarto de miocardio. Así, y
como se describe en la revista 'American Journal of Clinical Nutrition',
el galeno señala como uno de ellos al "bajo nivel educativo".
Además, observa que los resultados del estudio realizado en Suecia
pueden venir determinados por el consumo de pescado contaminado de los
lagos del norte del país nórdico. Sin embargo, Wennberg concluye que "es
necesario" tener en cuenta el omega3 al estudiar la relación entre el
mercurio y las enfermedades.
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