La jefa de la delegación española en la reunión del cambio climático en Bangkok, Ana Fornells, consideró hoy "complicado" que otros países se sumen a los niveles de recortes de gases más ambiciosos propuestos por la Unión Europea (UE).
La UE se ha comprometido a recortar en un 20 por ciento las
emisiones de gases de efecto invernadero en 2020 con respecto a los
niveles de 1990, con el compromiso de elevarlo al 30 por ciento con la
condición de que se sumen otros países.
"El 30 por ciento está en
las conclusiones del Consejo, es un compromiso que sigue en la mesa. Lo
complicado será que se cumplan las condiciones, es decir, que otros
países asuman objetivos comparables", dijo a Efe Fornells, de la oficina
de cambio climático del ministerio español de Agricultura, Alimentación
y Medio Ambiente.
La Convención Marco de la ONU sobre el Cambio
Climático inició la semana pasada en Bangkok otra ronda de
conversaciones para avanzar hacia un pacto global de reducción de
emisiones que los países en desarrollo ligan a garantías de financiación
con la que afrontar los riesgos del calentamiento global.
La
conferencia, preparatoria para la cumbre que tendrá lugar en Doha
(Catar) a finales de año, persigue acercar posiciones sobre la extensión
del Protocolo de Kyoto, que expira a finales de año, y su sustitución
en 2015 por un nuevo acuerdo global sobre la reducción de gases de
efecto invernadero que debe entrar en vigor en 2020.
La jefa de la
delegación indicó que las reuniones informales de Bangkok son de
carácter técnico, en la que las delegaciones debaten las propuestas y
los textos que deberán ser consensuados en la próxima cumbre de Doha a
finales de año, o incluso más adelante.
En su opinión, se ha
avanzado "bastante" en el texto del segundo periodo de compromiso del
Protocolo de Kioto que comenzará en 2013 y estará vigente hasta 2017 o
2020, según decidan a nivel político los países en Doha.
"Ahora se toman decisiones técnicas que son importantes para las decisiones políticas de Doha", aseveró Fornells.
Una
de las cuestiones capitales en las negociaciones sobre el cambio
climático es la exigencia de los países en desarrollo a las naciones
ricas para que amplíen la financiación de proyectos de lucha contra el
calentamiento global en los países más vulnerables, que suelen ser
también los menos desarrollados.
Un delegado latinoamericano que
pidió mantener el anonimato afirmó que entiende que hay países como
España a los que no se les puede pedir el mismo esfuerzo económico
cuando están pasando por una crisis financiera severa.
"En esta reunión todos están relajados porque es informal. Las cosas se pondrán mas tensas en Doha", aseguró.
De momento, los países ricos pagarán 10.000 millones de dólares anuales hasta 2015.
Aún
no hay acuerdo sobre el compromiso financiero entre 2015 y 2020, cuando
la aportación deberá aumentar hasta los 100.000 millones de dólares.
EFE
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