El incendio declarado el domingo en el interior de
Valencia, que según las primeras estimaciones habría arrasado 5.500
hectáreas, quedó estabilizado el lunes aunque cerca de un millar de
personas permanecen todavía desalojadas, según confirmó un portavoz de
Emergencias de la Comunidad Valencia.
Más de 800 efectivos terrestres trabajarán durante la
noche refrescando la superficie quemada por las llamas en el municipio
de Chulilla, en la comarca de Los Serranos, que afectaron a seis
términos municipales.
Valencia sufrió dos graves incendios a principios de
julio en Cortes de Pallás y la zona de Andilla, en cuyas tareas de
extinción murió un piloto de helicóptero.
El incendio se desató el domingo hacia las 16:30 horas
cerca de la central eléctrica de Chulilla y en un primer momento se
evacuaron a 80 personas del balneario próximo y, posteriormente, se
desalojaron más residentes de localidades cercanas "por prevención".
Las causas del incendio, que llegó a provocar 2.000
desalojos, se desconocen por el momento, señalaron las autoridades
valencianas.
También el lunes se originó otro fuego en la localidad
valenciana de Ribarroja, en cuya extinción participaron hasta nueve
medios aéreos y que quedó estabilizado durante la tarde, añadió el
portavoz. Según los primeros indicios, el fuego pudo haber sido
provocado, señaló el servicio de Emergencias en su cuenta oficial de
Twitter.
Estos son los últimos incendios forestales de una
oleada que este verano ha quemado decenas de miles de hectáreas en todo
el país, más del doble que en todo 2011, y ha causado miles de
evacuaciones.
Por otra parte, el ministro de Agricultura,
Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, pidió a la Unión
Europea durante el transcurso de una reunión celebrada el lunes en
Bruselas, ayudas por un importe superior a los 140 millones de euros que
servirían para paliar las consecuencias de las llamas.
A los incendios, que en su mayoría fueron provocados
por la acción del hombre, han contribuido las altas temperaturas y la
sequía que afecta al país.
A principios de septiembre, otro gran fuego en la Costa
del Sol malagueña obligó a la evacuación de 4.000 personas y dos
semanas antes en La Gomera la mitad de su población, 5.000 personas,
tuvieron que abandonar sus hogares ante el avance de las llamas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario