Las políticas de movilidad sostenible en el Estado español distan mucho de las de otras ciudades europeas
ECOticias.
En la Semana Europea de la Movilidad (16-22 septiembre),
Ecologistas en Acción recuerda que apostar por la movilidad sostenible
reduce la dependencia del petróleo, lo que permitiría ahorrar muchos
fondos que actualmente se gastan en la importación de recursos
energéticos.
Las políticas de movilidad sostenible en el Estado español distan
mucho de las de otras ciudades europeas, especialmente del centro y del
norte del continente, donde hace años que se trabaja en favor de
sistemas de movilidad urbanos sostenibles. Y si poco se había hecho en
las ciudades españolas, la crisis ha provocado que se retroceda aún más
La mayoría de las políticas aplicadas en materia de movilidad urbana
recientemente han seguido la dirección opuesta: las tarifas de
transporte público aumentan, los planes peatonales o de incentivo de la
bicicleta se aplazan, medidas positivas, como la reducción de velocidad o
restricciones de acceso de coches, se revocan.
Una paradoja, si se tiene en cuenta que la mejora de los sistemas de
movilidad sostenibles no solo tienen beneficiosos impactos sociales y
ambientales, sino también económicos. Se gasta menos en recursos
energéticos en vez de más, como sucede ahora.
Lo demuestran los datos: en 2011 “los pagos al exterior por compra de
crudos ascendieron a 29.260 millones de euros, un 28,7% más que en el
ejercicio anterior; las compras de petróleo, supusieron el 63,1% del
total del saldo comercial del país en 2011, frente a un 43,5% en 2010” ,
de los que más de la mitad fueron gasóleos, mayoritariamente para
automoción.
Si se mejorara la eficiencia de los desplazamientos urbanos –lo que
pasa por reducir el uso del medio de transporte más ineficiente de
todos, el automóvil– se ahorrarían importantes recursos. Y se ahorraría
también en inversiones en construcción y mantenimiento de
infraestructuras que posibilitan los actuales ratios de tráfico
motorizado.
El excesivo uso del automóvil interfiere además negativamente en el
resto de medios, disuadiendo a los no motorizados y haciendo
económicamente inviable al transporte público. Los estudios de la Unión
Internacional del Transporte Público demuestran que el coste total por
desplazarse en una ciudad es directamente proporcional al porcentaje de
desplazamientos que se realizan en automóvil, más caro cuantos más
coches.
Mejorar la eficiencia de nuestros sistemas de movilidad urbanos
requiere de la aplicación de Planes de Movilidad Sostenibles que
disuadan del uso del automóvil e incentiven el uso del transporte
público y los modos no motorizados. Justo lo contrario de lo que ocurre
en muchas ciudades españolas, que ni siquiera han elaborado algún plan
de estas características (por ejemplo, Madrid), y la mayoría de las que
lo han realizado, que o bien no lo están llevando a la práctica (por
falta de financiación) o simplemente no están consiguiendo mejoras
significativas.
Por este motivo, y aprovechando el lema escogido para la Semana
Europea de la Movilidad –“Participa en los Planes de Movilidad de tu
ciudad”– Ecologistas en Acción exige a nuestras autoridades que la
elaboración y puesta en práctica de este tipo de planes sea una de las
prioridades estratégicas para mejorar y adaptar nuestras ciudades al
contexto actual de crisis.
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