Investigadores del Centro español de Astrobiología (CAB) han logrado revivir bacterias incrustadas en sal que llevaban más cien años "dormidas", en unas muestras que fueron recogidas en el lago salado Chott El Jerid, en el suroeste de Túnez.
Este hallazgo ha sido presentado en el VII Congreso Europeo de Ciencias Planetarias,
que se celebra esta semana en Madrid, y forma parte de un proyecto
internacional que analiza el citado lago para determinar si es un
análogo planetario de Marte con el objetivo de estudiar las condiciones
de habitabilidad en ambientes extremos.
Las extracciones de las muestras de sal se realizaron por parte del CAB -centro del CSIC e INTA- en 2010.
Según ha informado a Efe Felipe Gómez, uno de los responsables de este proyecto e investigador del CAB, lo primero que se hizo fue convertir las muestras en láminas delgadas y pulirlas para poder hacer análisis microscópicos, tras los que se hallaron pequeñas acumulaciones de materia orgánica dentro de los cristales de sal.
Según ha informado a Efe Felipe Gómez, uno de los responsables de este proyecto e investigador del CAB, lo primero que se hizo fue convertir las muestras en láminas delgadas y pulirlas para poder hacer análisis microscópicos, tras los que se hallaron pequeñas acumulaciones de materia orgánica dentro de los cristales de sal.
En concreto, ha
continuado, en la sal se encontraron micronichos de heterótrofos,
bacterias que se nutren de otra materia orgánica.
Para revivirlas,
fue necesario un medio de crecimiento fresco, en este caso glucosa y
alguna otra molécula orgánica, ha detallado.
Micronichos de vida
Para este investigador, este experimento es importante porque
con él se demuestra que pueden existir micronichos de vida aislados de
la atmósfera que "pueden aguantar durante mucho tiempo hasta que
encuentran las condiciones apropiadas para revivir".
"Algo así se
podría encontrar en Marte", ha señalado Gómez, quien ha añadido que se
trata de otra manera de buscar vida en este planeta.
Y es que en
Marte, debido a las condiciones extremas de la superficie, habría que
buscar vida en el subsuelo y en estos micronichos, que podrían servir
como lugares de protección para la vida.
Revivir bacterias
Revivir bacterias no es la primera vez que se consigue, aunque sí es excepcional, según Gómez.
Precisamente
de los proyectos encaminados a encontrar rastros de vida en Marte y de
la importancia de probar en escenarios análogos al planeta rojo la
tecnología de misiones espaciales se ha hablado este lunes en el
Congreso de Ciencias Planetarias.
Además del proyecto del lago
Chott, se han presentado datos de los trabajos de Río Tinto (Huelva), en
Atacama (Chile) y los llevados a cabo en Isla Decepción (Antártida)
para probar métodos que en un futuro podrían servir en la detección de
vestigios de vida microbiana en exploraciones planetarias -todos también
del CAB-.
Río Tinto
En cuanto a Río Tinto, su responsable, Ricardo Amils, ha relatado en
rueda de prensa que se ha perforado el subsuelo, dentro del proyecto
"Vida Subterránea en la Faja Pirítica Ibérica".
Los datos, como el hecho de que existe hidrógeno, servirán para evaluar con mayor precisión si hay o no vida en Marte.
Los datos, como el hecho de que existe hidrógeno, servirán para evaluar con mayor precisión si hay o no vida en Marte.
Estos datos y los distintos escenarios análogos -se calcula que hay entre 15 y 20- se recopilarán en una futura base de datos.
El Congreso se celebra durante toda esta semana y el jueves el robot Curiosity, ahora en Marte, estará en la mesa de debate. EFEverde
El Congreso se celebra durante toda esta semana y el jueves el robot Curiosity, ahora en Marte, estará en la mesa de debate. EFEverde
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