Las
comunidades indígenas que habitan en zonas forestales de Tailandia desde
hace generaciones denunciaron hoy que son objeto de una arbitraria
campaña de persecución que las autoridades ligan a una supuesta lucha
contra el cambio climático.
"Las
autoridades persiguen a las pequeñas comunidades que practican una
agricultura sostenible", dijo Kingkorn Narintarakul, del Grupo Tailandés
de Trabajo para la Justicia Climática, en una rueda de prensa durante
la reunión de cambio climático de la ONU en Bangkok.
Según cifras
oficiales, en Tailandia hay medio millón de personas que practican la
agricultura en áreas situadas dentro del perímetro de los parques
forestales calificados de protegidos y que cubren un total de 10
millones de hectáreas.
Kingkorn indicó que las comunidades
indígenas habitan estas tierras desde antes de que fueran declaradas
zonas protegidas, por lo que tienen derecho a explotar los recursos de
forma sostenible.
"Sólo pedimos que nos dejen seguir viviendo en
zonas que desde hace años son tierras de cultivo, aunque hayan sido
incluidas dentro de las zonas protegidas", señaló la activista
tailandesa en la sede de Naciones Unidas para Asia-Pacífico, están
reunidos delegados de 190 países.
"Mientras en otros países
promocionarían este tipo de agricultura ecológica, en Tailandia somos
perseguidos", agregó Kingkorn, quien precisó que la criminalización de
las comunidades que viven en los bosques es un problema global.
Denuncian planes contra la deforestación
Representantes
de las comunidades tailandesas denunciaron que el Departamento Forestal
utiliza los planes contra la deforestación para ponerles a granjeros
multas de hasta 12.000 dólares.
"Además de injusto, ¿cómo van a
pagar esa multa si los ingresos medios son unos 9 dólares diarios?",
lamentó Jamnian Dokbooran, de la ONG tailandesa Red para la Reforma
Legal en el Norte.
Otras medidas incluyen la quema de los cultivos y el desalojo forzado.
"No
entiendo por qué van en contra de nosotros y no contra las grandes
empresas que explotan y contaminan, nuestros cultivos contribuyen a la
captura de CO2 al mezclar distintas especies de árboles", dijo Somnuek
Puthun, activista y miembro de una comunidad forestal en el sur del
país.
Unos 370 millones de personas, en su mayoría indígenas, de
todo el mundo están afectados por el llamado plan para Reducir Emisiones
de la Deforestación y Degradación (REDD) a través del cual los países
luchan contra la deforestación para combatir el cambio climático.
La
Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático inició el pasado
jueves en Bangkok una nueva ronda de negociaciones para avanzar en el
pacto global para la reducción de emisiones de gases.
Esta
reunión, que finaliza el próximo miércoles, es la última antes de la
cumbre de Doha, en la que los países de la convención deberán adoptar un
nuevo acuerdo universal sobre el clima que sustituya al protocolo de
Kioto a partir de 2015. EFEverde
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