En
Ciudad de México, donde cada día circulan más de cuatro millones de
vehículos, algo cotidiano como ir a trabajar puede convertirse en un
infierno y por ello la bicicleta se ha convertido en un medio cada vez
más socorrido.
"No hay otra opción, la ciudad ha llegado al límite de su
capacidad de asimilación de vehículos. Cualquier situación de incremento
vehicular es ya un colapso vial insostenible", dijo hoy a Efe la
titular de Medio Ambiente del Distrito Federal, Martha Delgado.
Es
por ello que el Gobierno capitalino está apostando por su programa de
transporte público urbano Ecobici, y antes de final de año triplicará el
número de bicicletas.
Para hacer uso de las bicicletas
distribuidas en las cicloestaciones ubicadas en diversos barrios y
proporcionadas por el gobierno capitalino, los usuarios deben
registrarse en el programa Ecobici y pagar una inscripción de 400 pesos
(unos 30 dólares) al año.
Delgado está convencida de que en muchas
ocasiones, especialmente en trayectos cortos en donde hay una mayor
saturación de tráfico, la bicicleta es mucho más rápida que los coches.
Condiciones muy favorables
Por
ello, hace dos años y tomando como ejemplo grandes ciudades europeas
como Barcelona o París se hizo un estudio y se observó que Ciudad de
México tenía "condiciones muy favorables" para la introducción de la
bici como sistema de transporte.
Una superficie plana y un clima
privilegiado de entre 15 y 25 grados todo el año, así como una densidad
poblacional muy alta en el centro de la ciudad, 6 millones de
habitantes, que se podrían beneficiar de la Ecobici, explicó.
En
febrero de 2010 se lanzó el programa con 75 cicloestaciones que luego
ascendieron a 90, y 1.200 bicicletas en una zona céntrica de la ciudad.
Hoy hay 42.000 usuarios registrados en este sistema y se calcula que al día se realizan unos 9.000 viajes en Ecobici.
"La
ciudad no estaba diseñada para ello y por eso hemos tenido que
modificar un poco la estructura", abundó Delgado, quien indicó que en
algunos puntos de difícil conexión han tenido que construirse ciclovías.
4.000 bicicletas y 73.000 usuarios
Pero
en general, aseguró, el éxito del programa ha sido tal que ahora se
está realizando una expansión y antes de final de 2012 se va a pasar a
275 cicloestaciones, 4.000 bicicletas y 73.000 usuarios que realicen
casi 30.000 viajes diarios.
A pesar de estos avances, son muchas
las personas que todavía no se atreven a subirse a una bicicleta para ir
a trabajar, por miedo a sufrir un accidente en una urbe en la que las
reglas de circulación no siempre se respetan.
"Cualquier cambio en
una megaciudad como el Distrito Federal supone un desafío cultural
enorme. La ciudad tiene que ir asimilando a las bicis como un modo de
transporte alternativo y estamos trabajando muy arduamente en que la
cultura vial de las personas se vaya transformando para asimilar esta
forma de transporte", apuntó.
También afirmó que la incidencia de
accidentes es muy baja y dentro del programa Ecobici no se ha registrado
ningún accidente mortal.
El uso de la bicicleta se está
extendiendo en Ciudad de México y en los últimos tiempos están
proliferando las tiendas de bicis, especialmente en las zonas que están
tratando de implantarse políticas al respecto.
Paseos y cursos de seguridad vial
También
hay clubes de ciclistas, que organizan paseos dominicales o nocturnos,
así como cursos de seguridad vial y que pueden servir como primer
acercamiento a las dos ruedas a esas personas que aún no se atreven.
Ernesto
Corona es coordinador de Bicitekas, una asociación civil que lleva 15
años buscando promover el uso de la bicicleta y de medios alternativos
de transporte, y fomentando las políticas públicas en este sentido.
"Hoy
en día la gente lo tiene más fácil por el trabajo previo que se ha
hecho tanto con políticas públicas como con los grupos de ciclistas",
apuntó a Efe el coordinador, quien recordó que en Bicitekas también se
organizan cursos básicos sobre cómo circular en la ciudad.
En su
opinión, la visión de las bicicletas ha cambiado en los últimos años y
cada vez hay gente más consciente en las calles porque también más
personas se han subido a una de ellas.
Los mayores incidentes que
los ciclistas tienen, aseguró, es precisamente con los taxis y el
transporte público, a quienes más les cuesta entender que las calles son
espacios públicos para compartir. EFEverde
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